Los Mestre Mateo tienen acento noiés

Ana Lorenzo Fernández
ana lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

NOIA

MARCOS CREO

Avilés podría traerse su tercer premio por el documental sobre Celia y Caye

27 feb 2019 . Actualizado a las 05:05 h.

No lo tenía previsto. Fue su amigo, el actor Javier Rey, quien lo convenció para que hiciera una pequeña pieza audiovisual sobre Celia y Caye, las dos niñas noiesas que sufren heteroplasia ósea. El que iba a ser una especie de corto de pocos minutos de duración, se convirtió en un documental de cerca de una hora cuya realización le ha llevado los dos últimos años. El esfuerzo ha merecido la pena y Luis Avilés (Bogotá, 1969) podría llevarse este fin de semana un Mestre Mateo por Idénticas. «En los últimos años, cada trabajo que hago, cada trabajo que nominan», reconoció el director, que ya recogió la estatuilla al mejor corto por Unary, y al mejor documental por Os días afogados, a los que hay que sumar las 14 nominaciones de la Academia Galega do Audiovisual que obtuvo Retornos.

Avilés confesó que, en un principio, no tenía ni idea de la enfermedad que sufrían Celia y Caye, pero una vez que conoció toda la historia se sintió atrapado por ella. «Lo que más me llamó la atención fue la lucha de la familia, es una pasada. Ellos ya organizaron su vida en torno al presente, a vivir al día», destacó Avilés, que ya asumió que este trabajo iba a ser duro porque implicaba mucho sufrimiento.

Otra de las lecciones que sacó de haber realizado Idénticas es la gran concienciación que existe en la sociedad sobre esta enfermedad, y la enorme solidaridad que muestran continuamente todas las personas. «Toda la investigación que se está haciendo es gracias a la gente, porque la Administración no está aportando nada, porque como solo son dos niñas no les compensa. El dinero sale del bolsillo de los ciudadanos, que son muy generosos: se hacen socios, compran camisetas, entradas y lo que haga falta», apuntó Luis Avilés.

La otra pata de esta historia está en la atención médica que reciben las dos niñas, y que también tiene un hueco reservado en este documental. El director confesó que fue testigo directo de la gran implicación de todo el personal del hospital para ayudar a Celia y Caye. «Van por los pasillos y el trato que reciben es exquisito, nunca hubo ningún problema para rodar allí y todo fueron facilidades», recordó.

Un reto muy difícil

En este sentido, Avilés también aplaudió la gran labor que realizan los doctores, para los que supone todo un reto poder curar a estas niñas con los escasos recursos que tienen, ya que la gran mayoría están aportados por la Asociación Gallega de Heteroplasia Ósea Progresiva (Aspoh). «Ellos también viven al día, y muchas veces es muy frustrante ver como todos sus esfuerzos no tienen recompensa, porque prueban una cosa y no les sale», dijo. Sin embargo, destacó la gran importancia de la investigación que están realizando con Celia y Caye, «porque es algo que no se queda en ellas, sino que puede servir para otras enfermedades y curar a más gente».

Todo esto queda reflejado en Idénticas, un documental que se estrenó a finales del año pasado en la Mostra de Curtas de Noia y que tuvo que volver a proyectarse porque se agotaron las entradas. Cuando apenas había comenzado a dar los primeros pasos, recibió la nominación de los Mestre Mateo, un amuleto que le está dando muy buenos resultados a Avilés que, de llevarse el galardón, espera que le abra las puertas para que pueda presentarse en pantallas de toda España, además de optar a otros premios.

Tras el intenso trabajo que le llevó este documental, Luis Avilés no tiene nada entre manos, «aunque hay varias cosas en marcha que estoy escribiendo, pero de las que todavía no se puede hablar. Además, en este trabajo pueden surgir los proyectos de un día para otro, eso fue lo que pasó con la historia de Celia y Caye».