Noia pone fin al primer tramo de una campaña marisquera de récord

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

NOIA

MARCOS CREO

La facturación es ya de 15,7 millones, lo que apunta a que será una de las más altas de la historia

06 ene 2019 . Actualizado a las 20:46 h.

Los mariscadores de Noia acaban de poner fin al primer tramo de una campaña que ya alcanza cifras de récord. Tras cuatro meses de trabajo, la facturación asciende a 15.694.502 euros, lo que supone 1,1 millones más que en el mismo período del ejercicio anterior. A estas alturas, todos los profesionales saben que, si nada se tuerce, será, como mínimo, la segunda mejor de la historia a nivel económico y tampoco se descarta que puedan superarse los 19 millones obtenidos en la del 2017-2018, que hasta el momento constituye el techo en la carrera de una cofradía que marca la diferencia a nivel gallego.

Solo las ventas de berberecho han reportado unos ingresos cercanos a los 10,5 millones, prácticamente la cantidad total facturada al término de la campaña 2016-2017. Y es que el bivalvo estrella de las concesiones noiesas ha alcanzado cotizaciones nunca vistas, especialmente en los calibres de menor tamaño. En las jornadas previas a Nochebuena y Fin de Año, el de segunda categoría se pagó a 14,6; el de tercera, a 11,50 y el de cuarta, a 7,10.

Los valores alcanzados por el berberecho pequeño son determinantes, como explica el vicepatrón mayor, José Ramón Pais, para que los profesionales puedan obtener unos ingresos muy aceptables, ya que es el más abundante en las concesiones.

Pais recuerda que en la campaña del pasado año el kilo de bivalvo de segunda cayó hasta los 3 euros, lo que obligó a la cofradía a reducir los topes.

Menos producto foráneo

La conclusión de las fiestas navideñas ha provocado una significativa bajada de las cotizaciones, pero incluso el último día de subasta, el pasado jueves, los valores medios continuaban siendo muy elevados. El de primera rozó los 20 euros, el de segunda los 15 y el de tercera estuvo a 7,45.

La explicación al alto precio al que los compradores están dispuestos a pagar el berberecho se debe, en parte, a un descenso de la entrada de producto foráneo. José Ramón Pais señala que ese fue uno de los argumentos dados por varias de las personas que habitualmente pujan por el marisco en Noia.

El vicepatrón mayor recalca: «Que o berberecho de cuarta se pague a catro euros é o importante porque, canto te das conta, con pouco marisco fixeches bastantes cartos».

Los productores regresarán a los arenales el 4 de febrero, pero su actividad se verá limitada. La parte del banco de A Misela que va hacia A Creba se cerrará, con el fin de preservar el producto para la próxima temporada.

«O berberecho de terceira e cuarta nunca chegou aos prezos deste ano»

El patrón mayor de Noia, Santiago Cruz, no oculta su sorpresa por los buenos resultados de una campaña en la que se sabía de antemano que el bivalvo pequeño dominaba sobre el grande. La alta cotización del marisco ha sido el primer elemento inesperado: «O berberecho de terceira e cuarta nunca chegou aos prezos deste ano. Non agardábamos iso».

El dirigente señala que la pugna de los compradores es determinante: «As altas cotizacións axudan a que a campaña sexa moi boa. Coa facturación acadada neste momento podemos dicir que vai ser a segunda mellor da historia. Pero as capturas tamén están a ser moi boas».

Esta marcha excepcional de la actividad en las concesiones noiesas se produce, justamente, el año en el que el berberecho ha estrenado marca de calidad, y Santiago Cruz asegura que eso constituye un elemento añadido: «Non cabe dúbida de que todo suma. Temos un produto de primeira calidade e puxémolo en valor co selo. O berberecho de Noia está en alza e os compradores queren conseguilo. O noso traballo é continuar coidando as praias como ata agora e revalorizando o noso produto».

En los bancos se observa una importante cantidad de semilla para la próxima temporada y, ahora, Santiago Cruz solo espera una cosa: «Que nos respecte a toxina e que non haxa riadas no tempo que falta de campaña».

Los productores de Ribeira intentan frenar la caída de precios cerrando sus concesiones durante un mes

Lo único que no ha defraudado en la campaña marisquera de Ribeira han sido los precios alcanzados por la almeja babosa y la roja durante las semanas de Navidad y Año Nuevo. Por lo demás, los resultados están siendo todavía peores de lo esperado. Este hecho motiva que, por primera vez, la agrupación de productores haya decidido realizar un paro de 35 días antes del cierre definitivo. Los profesionales dejaron los rastros el viernes y no regresarán a las concesiones hasta el 11 de febrero. Además de dar un descanso a los arenales, la medida persigue frenar la importante caída de precios, que comenzó la cuesta abajo el 2 de enero.

Una compradora de marisco para depuradoras comentó que la bajada en las cotizaciones se debe a que las empresas preveían que el tirón del bivalvo en el mercado continuaría hasta después de Reyes: «Pero foi empezar o ano e houbo un parón total. Moitas teñen produto ao que aínda non lle deron saída».

Distribución de zonas

Cuando los mariscadores regresen al mar el próximo mes no podrán faenar en la totalidad de las concesiones que administra la cofradía de Ribeira.

En los bancos de las desembocaduras de los ríos Grande y Pequeno, en Coroso, así como en el de A Insua, no podrá volver a faenarse hasta la próxima temporada. Son las áreas en las que suele concentrarse mayor cantidad de almeja babosa y de mejor calidad, por lo que debe reservarse.

La actividad concluirá definitivamente a finales de febrero, aunque puede haber variaciones en función de cómo evolucionen las capturas. Será entonces cuando pueda analizarse el resultado de la campaña de almeja blanca, la variedad estrella de Ribeira.

«Hai menos ameixa da que esperabamos»

Reconoce el presidente de la agrupación de Ribeira, José Vidal, que «a campaña está a ser moi mala. Hai menos ameixa da que esperabamos». El colectivo sabía que las perspectivas eran malas, pero tenía confianza: «A ameixa branca non é moi grande».

Vidal explica que «a xente só puido coller o tope os primeiros días», motivo por el cual cada vez hay menos profesionales trabajando: «Moitos marcharon porque resulta moi difícil conseguir o marisco». El responsable indica: «Decidimos pechar pola baixada de prezos. É a primeira vez que o facemos, para probar se unha medida deste tipo dá bos resultados».