Los propietarios del negocio indicaron que los delincuentes «sabían o que facían» y que pertenecen a una banda organizada
13 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Los propietarios de un bar ubicado en la Alameda de Noia no se lo podían creer cuando en la madrugada del viernes los avisaron de que habían entrado a robar en su establecimiento. El de ayer fue el cuarto asalto que sufrió el local en menos de un año, y aunque los otros tres se habían producido de forma muy seguida -entre octubre y noviembre del 2017-, «o disgusto é o mesmo. Non pasaron ni doce meses e levamos catro», explicó la dueña del bar, que indicó que, en esta ocasión, se trataba de una banda organizada.
Afirmó que la alarma del establecimiento estaba conectada y saltó en cuanto los delincuentes rompieron una de los cristales de la fachada y comenzaron a destrozar la máquina tragaperras. «Levaban unhas mazas especiais e sabían moi ben o que facían, non como os da outra vez», apuntó, al mismo tiempo que afirmó que los ladrones no se habían llevado nada porque desde que fueron víctimas de otros asaltos siempre vacían la caja registradora.
Inseguridad
La propietaria de este bar afirmó que se ven con las manos atadas, ya que tampoco pudieron impedir este asalto. «
Tan pronto entraron, xa nos avisaron os da compañía de vixilancia, pero tamén nos dixeron que non fóramos porque corríamos perigo, que teñen que ir os axentes
».
Sin embargo, como denunció la hostelera, la Policía Local noiesa vuelve a estar con pocos efectivos y no patrulla por las noches. «Estamos indefensos e isto volve a crear una sensación de inseguridade no pobo, e fai que volvan os ladróns. Hai que facer algo dunha vez, non podemos estar así un mes tras outro», apuntó.
Desde la Policía Local de Noia desmintieron que no se estén realizando guardias de noche, pero también explicaron que hay algunas jornadas que no las pueden hacer porque siguen teniendo falta de personal.
Afirmaron que, aunque hay varios auxiliares contratados en estos momentos, estos deben ir acompañados de un agente y que no siempre se pueden formar parejas para patrullar en horario nocturno.