Diez de los once municipios tienen mercadillos, aunque dos son las citas de referencia a las que acuden mayor número de vendedores y gente: Ribeira y Noia. Aunque los comerciantes afirman que la clientela ha bajado, lo cierto que son un polo de atracción.
Boiro. El traslado de la feria a la zona de Avellaneda ha desatado una auténtica tormenta en Boiro. Muchos vendedores han dejado de acudir porque dicen que hay pocos compradores.
Muros. La instalación del mercadillo en la fachada marítima, solicitado por los titulares de los puestos ambulantes, suscitó el malestar de los comerciantes emplazados en el casco histórico, porque significaba alejar el flujo de vecinos. La disconformidad con la medida persiste. Tiene lugar los martes y los viernes.
Noia. Jueves y domingo son las jornadas de celebración. La dominical es la más concurrida y atrae a vecinos de la comarca y de lugares próximos.
Rianxo. Se celebra los miércoles y domingos. En Taragoña también se realiza una feria, aunque tiene escasa afluencia.
Outes. También aquí se trasladó desde la zona del Concello hacia una de las calles de la entrada, sin que en este caso hubiera discrepancias.
Mazaricos. Únicamente hay dos citas mensuales, el sábado anterior al segundo domingo de mes y el cuarto sábado, y no parece que vaya a aumentarse.
A Pobra. Situado junto a la plaza de abastos, es en verano, con la llegada de veraneantes, cuando registra mayor actividad.
Porto do Son. Los sábados es la jornada elegida para un mercadillo que logra mantenerse.
Carnota. Los productos del campo tienen una gran relevancia en la cita de los miércoles.