Noia y el reto de cumplir 850 años más

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla RIBEIRA / LA VOZ

NOIA

MARCOS CREO

La localidad echó una mirada al pasado en su 850.º aniversario y se fijó una meta para el futuro, volver a ser Portus Apostoli

10 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

No hubo ni tarta ni velas, pero sí una celebración por todo lo alto. Noia cumplió ayer su 850.º aniversario con el reto de sumar 850 años más. Como recordó el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ni el mismísimo rey Fernando II, fundador del burgo noiés, podría imaginarse que, en el 2018, un recinto como el coliseo Noela acogería una fiesta para recordar aquel 9 de abril de 1168 en el que la villa comenzó a escribir su papel en la historia. ¿Por qué no 850 más? ¿Por qué no soñar con la Noia de 2868?

Aunque se lanzó una mirada hacia el horizonte, el de ayer no fue un acto para vaticinar qué le espera a la villa en el futuro, sino que se aprovechó para cimentar la memoria del pasado. El primero en recordarla fue el edil de Cultura, Jesús Pérez, que destacó el valor de sus gentes, desde el marinero al artista, quienes han conseguido que Noia siga muy viva a día de hoy. «Estamos orgullosos do noso pobo», afirmó.

Fue el concejal el encargado de dar paso al historiador Xerardo Agrafoxo, quien resaltó el valor de la Carta Pobra, colocada ayer en el escenario. En un breve y clarificador discurso, el experto desveló los motivos que llevaron a Fernando II a crear oficialmente Noia, una de las villas más antiguas de Galicia. El más importante, repoblar la zona, además de dotar de un puerto a Santiago. Es por ello que la localidad reivindica ahora el papel de Portus Apostoli dentro del Camino de Santiago, título que abriría un importante camino al turismo llegado de su vertiente inglesa.

El recuerdo del pasado

Con un «Viva o Portus Apostoli» bajó del estrado Agrafoxo para dar paso al regidor noiés, Santiago Freire, quien recordó a sus predecesores desde el arranque de la democracia española: Jesús Díaz Fornas, Pastor Alonso, Bieito González, Mari Carmen Abeijón, Rafael García Guerrero, Antonio Pérez Insua y Miguel Paz. Envió un mensaje de que, por encima de las ideologías y las siglas políticas, lo que había movido a cada uno de ellos fue su coraje para intentar convertir Noia en un lugar mejor para vecinos y visitantes.

Freire incidió también en la necesidad de recuperar el carácter de Portus Apostoli: «De cara ao futuro, o desafío é obter ese recoñecemento do Camiño, que fará posible que unha porcentaxe importante dos peregrinos que visitan Santiago recalen tamén nesta vila e nos concellos da ría de Muros-Noia». Además, apuntó que los actos preparados para esta semana serán claves para «coñecer mellor a nosa historia».

El alcalde se despidió de los asistentes recordando la importante batalla que Noia tiene por delante, y pidió que cada vecino se implique para conseguirlo. Esta lucha no es otra que la villa siga peleando 850 años más por crecer y ser un lugar donde los foráneos se sientan como en sus propias casas.

El último en subir al escenario fue el presidente autonómico, un Alberto Núñez Feijóo que entró en el coliseo Noela bajo los aplausos de un nutrido grupo de vecinos. En un intenso discurso hizo hincapié en la importancia de Galicia en la historia de Europa: «A nosa gran contribución foi un Camiño onde millóns de peregrinos dialogan nesa autovía cultural que son os camiños de Santiago».

No dudó en posicionarse a favor de la denominación oficial de la villa como entrada de peregrinos: «Noia é o Portus Apostoli deste Camiño de Santiago; a porta de entrada de viaxeiros atraídos pola chamada espiritual da nosa terra». Se despidió recordando el pasado: «Se Fernando II estivera aquí, sentiríase moi orgulloso desta efeméride. O Portus Apostoli goza de boa saúde».