El Portus Apostoli cayó dejándose la piel hasta la bocina

A. Parada NOIA / LA VOZ

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Los de Julio Mougán ya están matemáticamente descendidos de categoría

08 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los hombres de Julio Mougán no estaban invitados ayer a una cita con la épica, más bien estaban llamados a materializar un milagro. La derrota cosechada por el Portus Apostoli frente al Antequera (5-0) certificó el descenso de Segunda División. La realidad es que a los noieses solo les valía ganar todos los partidos que quedan de temporada y que su rival directo, el Manzanares, perdiese todos ellos. No fue así y los ciudadrealeños se impusieron en su hogar al Mengíbar, acabando con el último as en la manga que podían sacarse los de la villa medieval.

A pesar de que se dejaron la piel sobre el parqué malagueño, el técnico tenía muy claro que para ambos conjuntos «el valor eran tres puntos, pero con objetivos distintos», ya que el Antequera sigue en la lucha por disputar la fase de ascenso. Lo cierto es que los primeros 20 minutos constituyeron un escaparate del mejor Portus Apostoli, aquel capaz de batir a conjuntos como El Pozo.

El análisis del técnico

«Lo que nos falló fue el primer gol del Antequera», explicó Mougán del adelantamiento de los andaluces en el minuto 13, ya que se vio truncado el planteamiento que los noieses habían preparado durante la semana, con la intención de meter presión y que fueran a por ellos. «Ese 1-0 incluso se me antoja un poco injusto, a razón de las ocasiones y del manejo de los tiempos y la lectura del partido», destacó el entrenador, precisando que «el modelo de trabajo de esta semana fue extraordinario y por ello no puedo reprocharle nada a ningún jugador».

Cuando el Antequera sentenció con el tercero no quedó más remedio que sacar el portero jugador e ir con todo, una valentía que se plasmó en un derroche físico que no cesó hasta que la bocina hizo real el funesto desenlace del encuentro y de la temporada. «Llevábamos varias semanas diciéndonos que nosotros éramos nuestros mayores rivales», recordó Mougán.

Acerca del futuro que le deparará al Noia, su entrenador lo tiene claro: «Tenemos un compromiso severo de ser profesionales hasta el último minuto, no solo en los tres partidos que quedan, sino en las 12 sesiones de trabajo restantes. Por el club y por los centenares de aficionados que acuden a animarnos».