Tal día como hoy, en el 2002, establecimientos de Ribeira, Muros, Porto do Son y Noia se quedaban sin décimos ante el aluvión de compras por parte de los voluntarios y activistas
12 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Tal día como hoy, hace 15 años, los establecimientos de lotería de la comarca veían cómo los décimos para el sorteo de Navidad desfilaban por las ventanillas a una velocidad vertiginosa. Para hallar la razón es necesario poner el foco en la ola de solidaridad que se vivió en la zona tras el hundimiento del Prestige y, por ende, del inicio de una de las mayores catástrofes medioambientales de la historia de Galicia. Se trató de un efecto en cadena que terminó con los boletos de locales de Ribeira, Muros, Porto do Son y Noia.
Los numerosos voluntarios y activistas que llegaron de diversos puntos del país no quisieron regresar a sus respectivos lugares de origen sin llevarse al menos un décimo e, incluso después de que se agotasen los de Navidad, comenzaron a adquirir también los del sorteo que se celebra el día de Reyes.
Por otra parte, los compradores no estuvieron interesados en ningún número o combinación en concreto.