Clamor en defensa de los productos pesqueros gallegos

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

MUROS

CESAR QUIAN

La crisis de los pélets amenaza con agravar la contracción del consumo de pescados y mariscos

15 ene 2024 . Actualizado a las 04:45 h.

Las playas y el medio ambiente se presentan como el primer damnificado por la arribada de millones de diminutas bolas procedentes del vertido de granulado de plástico ocurrido en Portugal hace más de un mes, cuando el mercante Toconao dejó atrás seis contenedores, uno de los cuales se abrió liberando todos o parte de los 1.050 sacos que llevaba dentro. Pero también el sector pesquero ha sido víctima colateral de la crisis de los pélets.

El desconocimiento acerca del producto que fue localizado por un particular tanto en sacos como a granel sobre la arena de Corrubedo el 13 de diciembre y más tarde en arenales de Porto do Son, Muros y Carnota y las dudas sobre su inocuidad han disparado los recelos de los consumidores que miran con malos ojos a los productos del mar gallego que apenas una semana antes reclamaban en masa. Una contracción del consumo que no se puede permitir un sector que año tras año acumula ya un decenio de caída de ventas y que ya no sabe qué hacer para remontarlas.

Estrictos controles

En lo más álgido de la marejada política, la Federación de Cofradías de Pescadores de A Coruña levantó la mano para pedir una actuación contundente contra la que calificó de marea blanca y que se dejase al sector pesquero al margen de un rifirrafe, que aparcasen esas desavenencias y resolviesen el problema medioambiental. «Se está poniendo en tela de juicio la salubridad de los productos del mar gallego, un mar reconocido no solo por la excelente calidad de sus pescados y mariscos», lamentaron en un comunicado en el que, además, señalan que eso es algo que «no podemos consentir», pues los productos que salen del mar son sometidos a rigurosos y exigentes controles». Llaman también a no perder de vista que ellos mismos y sus familias consumen pescado, que las autoridades encargadas de velar por la seguridad alimentaria «no han proclamado ningún tipo de alerta alimenticia sobre los pescados y mariscos gallegos».

La patronal de la pesca española, Cepesca, también ha salido como garante de la inocuidad del consumo de pescado. A través de un comunicado se comprometió a «permanecer alerta y utilizar todos los mecanismos para asegurar que los pescados y mariscos que llegan a los consumidores lo hacen, como es habitual, con los mayores estándares de calidad y seguridad».

Recogida de plásticos

Además de hacer un llamamiento a la calma, la pesca apela «a la ciencia y a los científicos para determinar los efectos reales que sobre la salud puede tener este vertido de bolas de plástico». Porque, según parece, se trata de polietileno; esto es, plástico, no microplásticos, material inerte, en todo caso. El mismo material del que, el año pasado, los propios pescadores, durante las tareas pesqueras, recogieron 189.844 kilos, siete veces más que la cantidad de pélets que ha perdido el Toconao.

También el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, aparcando la batalla dialéctica que libraban otros departamentos, intercedió por la seguridad y salubridad de los productos pesqueros gallegos y del norte de España. «El mensaje es de tranquilidad en cuanto al consumo de pescados y mariscos, pero estaremos vigilantes sobre cualquier alerta que pueda surgir», dijo.

Daños al turismo

El turismo y la restauración son otros de los sectores afectados. De ahí que el Clúster Turismo de Galicia se halla sumado a ese clamor en defensa de los productos pesqueros gallegos. La entidad, además de aludir a los «estritos controis aos que están sometidos os produtos alimentarios en Galicia» y los elevados estándares, apela apela «á responsabilidade nas manifestacións sen contrastar sobre os efectos do vertido de pélets nos produtos do mar e nos areais galegos».