La caminata pasa por puntos como la capilla de O Carme o la plaza de abastos
13 dic 2023 . Actualizado a las 09:33 h.Hay gente a la que le gusta los dulces de dos sabores. Degustar el contraste entre la menta y la vainilla, relamerse los labios con un helado de chocolate y nata... está claro que en ese tipo de personas han pesado en el Concello de Muros, donde se las han ingeniado para crear una ruta que conjugue el amor por la historia con el gusto por las luces y adornos típicos de estas fechas navideñas.
Entre farolillos de colores y figuras que evocan la ternura de la infancia, vecinos y visitantes pueden pasar por los diferentes puntos turísticos de la localidad de la mano de una guía profesional que les irá explicando cada uno de los monumentos. La salida, que se puede hacer de manera gratuita, podrá llevarse a cabo cuando un conjunto más o menos numeroso de gente la pida.
Para hacerlo, pueden acercarse a la casa consistorial del municipio o hacerlo a través de la oficina de turismo. El pasado martes fue la primera vez que se realizó esta ruta, que partió de la plaza del Concello con un nutrido grupo de vecinos de todas las edades que, aún siendo de Muros, desconocían muchas de las sorpresas que fueron descubriendo después.
La primera parada fue una de las antiguas puertas del casco urbano, cerca de la zona del puerto. Allí los asistentes pudieron disfrutar de los restos de la antigua muralla que rodeaba el municipio así como de una de las torres que aún queda en pie.
Tras caminar unos metros la guía se detuvo cerca de una vivienda, lo que hasta cierto punto desconcertó a los caminantes, que no sabían muy bien cuál podía ser la razón por la que la construcción, tan bella como cualquier otra en el casco antiguo, tendría que llamarles la atención. La sorpresa para muchos llegó cuando se dieron cuenta de que en la pared podía apreciarse la imagen de una virgen hecha en piedra. El truco está en que la escultura no puede apreciarse en la fachada principal, sino que está en un callejón lateral.
Guía luminosa
A continuación, el grupo avanzó hasta la calle Real, adornada con cientos de pequeñas bombillas que, sin hablar, anunciaban con su luz la llegada de la Navidad. El secreto de las guirnaldas luminosas colocadas este año es que funcionan como una especie de guía para todos aquellos que quieran hacer el camino de Santiago pasando por Muros.
Según la alcaldesa de la localidad, María Lago, el plan del Concello es ir señalizando cada vez mejor este tramo con el objetivo de potenciarlo. Mientras la gente se fue desplazando en dirección a la calle Ancha, la vía principal de entrada y salida del casco urbano, los curiosos pudieron apreciar la belleza arquitectónica de las casas do remo que quedan en Muros.
La próxima parada fue la capilla de O Carme, donde muchos aprovecharon para sacar algunas fotos a la plaza de O Viñal así como a los restos de la antigua muralla que protegía la zona. Allí también se encuentra una torre de piedra, eso sí, no tan bien conservada como otras que se pueden visitar en el municipio. Otro de los puntos de interés fue la plaza de abastos, cuyas señoriales escaleras robaron el aliento a los caminantes. La fachada, la parte más llamativa e inmortalizada, cuenta con una balaustrada de cantería con molduras coronada por bolas.
La caminata acabó en este punto, no obstante, lo ideal es que los grupos que la hagan lleguen hasta la plaza de la Pescadería, donde además de disfrutar de las preciosas vistas que ofrece esta parte del casco urbano muradano, los asistentes podrán tomarse algo en las terrazas hosteleras que la ocupan. El pasado martes fue la primera vez en la que se probó esta ruta que conjuga patrimonio y tradición navideña.