La derrama que se avecina en Barbanza: de 11.000 a 23.000 euros para eficiencia energética

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

MUROS

CARMELA QUEIJEIRO

Todas las casas deberán tener cero emisiones en el 2050; en esta comarca, las de Mazaricos requieren la rehabilitación más costosa y las de Boiro, la menor

14 may 2023 . Actualizado a las 09:37 h.

La palabra Eresse esconde una nueva estrategia europea que tiene su horizonte en el 2050. Para entonces, todas las viviendas deberán lucir la etiqueta A, es decir, estar libres de emisiones contaminantes. Conseguirlo obligará a asumir una serie de obras de rehabilitación a las que ya se le ha puesto precio. En el caso de Barbanza, el coste oscila entre los 11.000 y los 23.000 euros. De momento son cifras estimativas, que han sido calculadas teniendo en cuenta diferentes factores, entre los que se encuentran el año de construcción de los inmuebles, los sistemas de calefacción con los que cuentan o las condiciones climáticas de cada municipio.

Por delante queda un proceso complejo que acabará afectando al bolsillo de los ciudadanos y que ha arrancado con la puesta en marcha de una plataforma en internet que permite consultar la información relativa a las propiedades inmuebles. Con un simple clic, urban3r.es hace posible conocer la referencia catastral de la casa, el número de plantas que tiene, su tipología, el año de construcción, la demanda de calefacción y el coste que acarreará la rehabilitación energética.

En base a los datos que figuran en dicha plataforma es posible concluir que los boirenses son los barbanzanos que menos inversión tendrán que realizar para adaptar sus viviendas a la nueva normativa europea. El coste medio de la reforma por metro cuadrado se estima en 117 euros, lo que supone 11.560 euros por casa. En el lado opuesto de la balanza se sitúa Mazaricos, donde la rehabilitación energética de un inmueble se aproximará a los 23.000 euros, cifra calculada a partir de los 130 euros que los vecinos tendrán que enterrar en cada metro cuadrado.

Gastos a asumir

En la parte alta de la tabla se encuentran también Lousame, con una inversión estimada de 21.700 euros por vivienda; Outes, donde el gasto se acercará a los 20.000 euros; Carnota, donde cada vecino tendrá que desembolsar unos 18.500 euros; y Muros, donde la reforma ha sido valorada en casi 17.000 euros.

Según la información que figura en urban3r.es, entre los barbanzanos que menos gasto tendrán que afrontar están los ribeirenses, donde el coste estimado por vivienda es de 11.900 euros; los pobrenses y los noieses, donde la cifra que se maneja no llega a los 13.000 euros. En medio de la tabla, con cantidades que oscilan entre los 12.000 y los 15.000 euros, se sitúan Noia, Porto do Son y Rianxo.

 MUNICIPIO NÚMERO DE VIVIENDAS
 Ribeira 15.987
 Boiro 11.284
 Noia 7.794
 Porto do Son 6.659
 Muros 5.665
A Pobra 5.404
 Rianxo 4.859
 Outes 3.838
 Carnota 3.242
 Lousame 1.588
 Mazaricos 1.965

La antigüedad de los inmuebles es uno de los factores que se han tenido en cuenta para realizar este estudio. Rianxo tiene el parque de viviendas más viejo y el año medio de construcción se sitúa en 1962. También figuran en la horquilla de los 60 Mazaricos, Lousame, Outes y Noia. En el extremo opuesto está Ribeira, que fija en 1978 el año medio de construcción de sus casas; le siguen Carnota (1976), A Pobra y Porto do Son, ambos en 1975.

Los mapas que se pueden consultar a través de la plataforma urban3r.es son parte de un programa coordinado por el Observatorio Ciudad3R, del que forma parte el arquitecto rianxeiro Carlos Fernández Coto, que actúa como representante de Galicia en el grupo de trabajo creado. El técnico asegura que los objetivos que se plantean «son moi ambiciosos para os medios que temos, porque supoñen un cambio radical da sociedade».

 

Aislamiento térmico y cambio del sistema de calefacción son las obras prioritarias

Las obras que tendrán que acometer los barbanzanos en sus viviendas para que el nivel de contaminación sea cero están relacionadas sobre todo con el aislamiento término, un apartado en el que entra el cambio de puertas y ventanas o incluso de tejados; y con la renovación de los sistemas de calefacción. En la directriz europea solo tienen cabida las energías renovables, como los paneles solares, la geotermia o la aerotermia.

Según estas premisas, de aquí al 2033 todas las viviendas deberían lucir una etiqueta D y a partir de ahí ir escalando niveles hasta conseguir, en el 2050, la A. Carlos Fernández Coto explica que en Galicia, el punto de partida es extremadamente bajo: «Hai comunidades que van moi avanzadas neste proceso. En Madrid, Cataluña e o País Vasco estanse a deseñar proxectos de rehabilitación enerxética para barrios enteiros e aquí aínda se están analizando as necesidades que hai». Añade que el próximo paso será habilitar una línea de subvenciones y será entonces cuando los propietarios tengan que empezar a pensar seriamente en la reforma de sus casas.

Mundo ideal

En el mundo ideal que nos pintan sobre el papel todos tendremos coches eléctricos y casas con sofisticados sistemas de calefacción. En el real, a muchos no le queda más remedio que depender de un vehículo de 30 años y pasar frío en invierno, porque lo importante es comer. A veces parece que los que gobiernan viven a años luz de los ciudadanos de a pie.