Las peligrosas carabelas portuguesas llegan al entorno de la laguna de Louro

MUROS

Manuel Candamo

La picadura de las falsas medusas puede llegar a provocar un paro cardíaco

28 nov 2022 . Actualizado a las 12:19 h.

Con el paisaje todavía transformado desde que, hace casi una semana, reventó la laguna de Louro para abrirse paso hacia el mar a través de un enorme canal, la playa muradana de Area Maior ha vuelto a sorprender a sus visitantes. En la zona han aparecido numerosos ejemplares de carabelas portuguesas, una falsa medusa inusual en esta latitudes, que seguramente ha llegado arrastrada por los temporales y el fuerte oleaje de los últimos días.

Pese a que las carabelas portuguesas no son propias de estas zonas del Atlántico, sino de aguas más cálidas, no es la primera vez que llegan a las costas de Barbanza. De hecho, su presencia aquí se relaciona con las corrientes marinas y suele registrarse a estas alturas del año y en primavera. Su composición física, caracterizada por una vela gelatinosa y unos grandes tentáculos que le permiten recorrer largas distancias, facilitaría su llegada al litoral de la comarca en períodos con sucesión de temporales como el actual.

Estas falsas medusas tienen dos características que las convierten en especialmente singulares. Una de ellas está relacionada con su apariencia, pues tienen forma de pequeño globo transparente con partes de un rosa y azul intensos que llaman poderosamente la atención de quien las ve. La otra es su gran peligrosidad.

Alta toxicidad

Aunque, de entrada, su picadura no es mortal, la sustancia que segregan sus tentáculos tiene una alta toxicidad, por lo que, además de provocar un intenso dolor, puede llegar a desencadenar problemas respiratorios e incluso una parada cardíaca.

Es por ello que, los expertos en la materia, recomiendan no acercarse demasiado a los ejemplares de esta especie y, en ningún caso, tocarlos. La aparición de carabelas portuguesas en el litoral de Barbanza está precedida por la reciente llegada de una de las plantas acuáticas más peligrosas del mundo, el jacinto de agua, que durante las últimas jornadas se ha dejado ver en el interior de la ría de Muros-Noia.

En Louro se han encontrado con estas falsas medusas las numerosas personas que, durante las últimas jornadas, acudieron a Area Maior para presenciar los efectos del ingüeiro. Aunque el enorme canal que se abrió la madrugada del lunes, cuando la laguna fue incapaz de contener el volumen de líquido acumulado en su interior, ya presentaba muy poca altura el jueves, hoy todavía es posible ver una pequeña lengua que conecta el socavón con el mar.