Ciclismo Monteagudo y Saborido destacan el valor turístico de la carrera, pero alertan de las restricciones de tráfico que acarreará
16 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.La perfección es como la fórmula de la piedra filosofal, se buscó durante siglos pero nadie logró encontrarla. Ocurre lo mismo con una de las citas más importantes de los últimos años en Barbanza, La Vuelta a España, cuya etapa 13 partirá del muelle de Muros, recorrerá la costa de Carnota y escalará el mirador de O Ézaro. Los gobiernos de estos concellos ultiman los detalles para casar las dos caras de una misma moneda: su potencialidad a la hora de difundir el entorno de ambos municipios, y los problemas de tráfico que ocasionará durante horas. Todo, la perfección, es imposible.
Si la pandemia no termina de echarlo todo por tierra, la prueba saldrá de Muros el martes 3 de noviembre. Será una contrarreloj de 33 kilómetros que tendrá su punto final en el icónico mirador. La salida del primer ciclista está prevista para las 13.33 horas y la llegada del último corredor rondará las 17.20. La alcaldesa de Muros, Inés Monteagudo, explica que la carretera comarcal AC-550 «estará cortada para o tráfico dende as 11.00 ás 18.00 horas». Es por ello que tanto el gobierno de Muros como el de Carnota buscan paliar e informar de los posibles problemas.
El regidor carnotano, José Manuel Saborido, afirma que la mayor preocupación está «no transporte escolar, nas saídas e entradas dos centros». Recuerda que la carrera estaba prevista para septiembre, fuera de la temporada escolar, pero ahora «hai que collelo como vén». Incluso se plantean que los centros puedan pedir el día como no lectivo, ya que no se podrá circular por la AC-550.
Actividad portuaria
En Muros, los problemas también se trasladarán a la fachada marítima, ya que al ser el inicio de la etapa, los equipos ocuparán toda la zona. «Tenemos que mover el aparcamiento para el parque empresarial», reconoce Monteagudo, que también se ha puesto en contacto con la cofradía de pescadores para ver qué pasos dar: «El muelle es dónde tienen previsto hacer la salida y queremos paliar los inconvenientes que pueda causar la prueba, igual hay que retrasar la subasta. Hay que hablarlo. Será complicado compaginar el desembarco en el muelle con la prueba».
Lo que tienen claro ambos mandatarios es que, a pesar de que el covid condicionará la puesta en marcha de La Vuelta, esta es una oportunidad «que igual no volveremos a tener», afirma Monteagudo. «Vaise ver en máis de 300 países. Imos estar cinco horas con vistas aéreas da nosa zona na televisión. As cousas saíron mal, porque non podemos dicir o contrario. Ninguén esperaba isto. Pero temos moitas esperanzas de que a carreira sexa un antes e un despois para poñer en valor o municipio», destaca Saborido.
El carnotano explica una anécdota que vivió en la primera reunión de presentación de la competición: «Estabamos en Madrid, unhas 1.500 persoas. Todo o mundo estaba farto de ver fotos do interior de España, e cando saíu a praia de Carnota quedaron alucinados. As sensacións eran moi boas. O covid afectou, pero hai que seguir. A ver como arranxamos todo. Hai que intentalo».
El público
La organización de La Vuelta ya pidió a los aficionados que sigan la prueba por televisión e informó de que no se podrá acceder a la zona de caravanas. En la subida al mirador de O Ézaro estará prohibido el acceso al público.
Este fue uno de los temas tratados en la reunión que tuvieron ayer los responsables de los municipios implicados en la etapa con la organización de la prueba, la Subdelegación de Gobierno, Guardia Civil y Tráfico. «Solo entre policía y Guardia Civil habrá más de 100 personas», afirmó Monteagudo, que espera que los vecinos entiendan el sacrificio que habrá que hacer para que Muros pueda verse en todo el mundo: «Es una oportunidad inmejorable». A falta de tres semanas para que La Vuelta recale en Barbanza, solo quedan por perfilar los últimos detalles para ver a los mejores ciclistas. Aunque no sea perfecto.