Un analista económico con vocación social

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

MUROS

cedida

Su trabajo sobre el impacto de las políticas de protección ambiental ha sido reconocido internacionalmente

24 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Su preocupación por los aspectos sociales y su interés por la economía que, asegura, le proporciona «un punto de vista analítico y científico» han llevado a Xaquín García-Muros (Muros, 1988) a adentrarse en un campo de investigación que ahonda en dos de los desafíos que, subraya, marcan el rumbo de este siglo: la desigualdad social y las políticas de mitigación del cambio climático. De inicio puede pasar desapercibida la conexión entre ambos aspectos, pero este joven, que ha convertido su todavía corta trayectoria en una escalada de reconocimientos, observa una relación clara. Tanto, que condiciona el éxito de las medidas vinculadas a la protección ambiental a que su aplicación no contribuya a incrementar la brecha económica entre los ciudadanos. Su trabajo, explica, consiste en «analizar qué estrato social puede verse afectado a consecuencia de la incorporación de una política ambiental por parte de un gobierno. Por ejemplo, el impuesto sobre los carburantes. Puede evaluarse desde un punto de vista macroeconómico, yo examino qué familias se ven afectadas».

El objetivo es que la creación de un nuevo impuesto no resulte regresiva para un buen número de ciudadanos: «Si las políticas para frenar el cambio climático tienden a aumentar las diferencias entre los hogares ricos y pobres o reducen la asequibilidad de los servicios de energía para los más débiles económicamente, la mayoría de estas medidas corren el riesgo de ser rechazadas por el público».

Para conseguir la implicación de los ciudadanos en la lucha contra el cambio climático, el muradano indica que «los ingresos derivados de los impuestos ambientales pueden usarse de diferentes formas como, por ejemplo, para compensar a los más afectados. Una medida implementada en Canadá con la tasa al CO2 es la realización de devoluciones del dinero recaudado. En Estados Unidos, los impuestos a los carburantes eran muy regresivos. En España, los de carácter ambiental están por debajo de la media europea, pero se han subido otros que son más impopulares».

Actualmente, Xaquín García-Muros reside en Boston, aunque su estancia está viéndose condicionada por el coronavirus, obligándole a realizar un trabajo más en solitario de lo que había pensado. La obtención de una beca europea Marie-Curie le ha dado el pase a dos años de trabajo en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, al tiempo que continúa investigando para el Basque Centre For Climate Change, con el que ya venía trabajando hasta ahora.

Nacido en Muros, se educó en Madrid, pero siente gran apego por su localidad natal y por eso, decidió añadir el topónimo a su apellido, lo que ya se ha convertido en una seña de identidad.

Licenciado en Economía en la Universidad de Alcalá en el 2011, se doctoró en esta área en la Universidad del País Vasco en el 2017. Ha desarrollado una actividad intensa, lo que le ha permitido realizar estancias científicas en diversas universidades y posee ya un buen número de publicaciones en revistas internacionales especializadas.

Sentirse cómodo

Aunque analiza con criterios económicos las políticas impositivas en el área ambiental, la vertiente social de su trabajo define su carácter. Xaquín García-Muros afirma que «hacer Economía fue la mejor decisión que he tomado en mi vida». Sin embargo, reconoce que «también me preocupan los temas sociales, supongo que es por la forma en la que he sido educado. Me siento muy cómodo en este campo porque encaja con mis convicciones. Podría decir que existe un componente vocacional».

Su análisis de la pobreza energética le lleva a indagar en lo que se hace en países de todo el mundo. Asegura que la puesta en práctica de medidas para frenar el cambio climático es necesaria e inevitable, al tiempo que pone de manifiesto cómo se afronta esta situación. Asegura que «las políticas medioambientales son fundamentales y resulta sorprendente lo tapadas que están en España. En el resto de Europa, el debate sobre estas acciones está más interiorizado y en Estados Unidos, no tanto».

Con convicción, Xaquín García-Muros subraya que «la transición energética es necesaria y que precisa del apoyo popular para su éxito».