Un restaurante de Muros ofrece comida gratis a los camioneros

Jose Manuel Jamardo Castro
j. m. jamardo RIBEIRA / LA VOZ

MUROS

CEDIDA

El establecimiento no quiere que los repartidores pasen hambre

21 mar 2020 . Actualizado a las 19:06 h.

Todo comenzó hace unos meses cuando Ramón Caamaño, un profesional de la hostelería de Muros, sacó el carné de primera. Allí, en la autoescuela, hizo muy buenas migas con otros compañeros que también peleaban con la teórica para obtener ese documento que le permitiese trabajar con camiones. Surgió una amistad de la que crearon un grupo en las redes sociales. Algunos ya están conduciendo y la semana pasada en el chat, hubo quien se quejaba de que el colectivo, con el cierre de bares y restaurantes, no tenía donde caerse muerto para hacer una parada, ir al baño o simplemente comer.

Esta situación removió la conciencia de Caamaño. Él es propietario de un restaurante en Louro, el O Entra, con otros dos socios desde el mes de diciembre. Tenían que hacer algo. Le propuso a sus compañeros dar de comer al hambriento transportista. Dicho y hecho.

Así que los tres se pusieron manos a la obra. Su negocio, claro, también está cerrado, pero atienden pedidos para casa. Acordaron dar de comer gratis a todos los camioneros que previamente contacten con ellos. Saciar el hambre les sale gratis a los choferes siempre y cuando lo comuniquen con antelación para poder prepararlo.

Plato caliente

La iniciativa la plasmaron en las redes sociales. La intención de los empresarios es que los profesionales del volante que estén trabajando por la zona tengan donde coger un plato de comida caliente, aunque la degusten sentados en su vehículo o en la espectacular playa de Louro.

O Entra puso en marcha la iniciativa el miércoles, pero al día siguiente «ninguén chamou para interesarse», afirmaba el hostelero que razonaba, «é que esta e unha zona morta. Case non hai actividade ningunha».

Pero la situación cambió ayer. Ramón Caamaño, que además es el cocinero, tuvo que bajar a las cocinas para atender a tres profesionales del volante: «Eran de outras tantas empresas de reparto que estaban a traballar por aquí. Marcharon moi contentos e agradecidos. Nós o que queremos con esta iniciativa é que poidan comer algo quente e unirnos a eses colectivos de solidariedade porque é un momento moi difícil que está a pasar o país».

Los tres socios llevan años trabajando en la hostelería y antes de Navidades vieron la posibilidad de hacerse cargo de este establecimiento y empezar una nueva vida profesional. Los inicios «foron moi bos, pero o inverno é moi duro. Agora estabamos a esperar como auga de maio a ponte de San Xosé, porque esta zona ten moitas vivendas de segunda residencia, pero chegou isto e botou todo ó traste».

Cuando la semana pasada tuvieron que cerrar las puertas por orden del Gobierno, decidieron ofrecer comida para llevar. El sábado y el domingo «tivemos bastante xente para buscar comida, principalmente de noite. A maioría eran rapaces da zona que viñan buscar churrasco, que é unha das nosas especialidades».

Este empresario ve el futuro bastante negro y más aún en la comarca. «Aquí apenas hai movemento. A Semana Santa era a nosa aposta antes do verán, pero creo que non vai poder ser».

El cierre del restaurante además de afectar a los tres socios, también se lleva por delante el puesto de dos personas que trabajaban los fines de semana. El coronavirus no entiende de sentimientos ni de humanidad.