En 1982, el Concello decidió destinar a un relleno el dinero concedido por la Diputación para el varadero
01 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.En boca de un buen número de muradanos estaba, a estas alturas de 1978, un polémico proyecto que tenía como fin dotar al puerto de un carro varadero en el que pudieran repararse los barcos. No era una idea nueva, ya que desde una parte del sector pesquero se venía reclamando desde la construcción de la dársena. De hecho, las primeras gestiones realizadas databan de finales de los 60. Pero la concesión de una subvención por parte de la Diputación coruñesa para la ejecución de las obras había despertado la polémica. Y esta llegaba a Outes, donde ya existía una instalación de este tipo, a la que acudían la mayor parte de las embarcaciones muradanas.
Por aquel entonces, la flota local estaba formada por una veintena de buques de arrastre y 40 embarcaciones de artes menores, lo que avalaba la ejecución de la obra. El último proyecto, fechado en 1974, suponía la realización de un relleno de 5.000 metros cuadrados: 1.000 para el varadero y el resto, para zonas verdes y de servicios.
La polémica continuó hasta 1982, cuando el Concello decidió destinar a un relleno el dinero que la Diputación había concedido para el varadero.