Benetton surfea en Muros y Carnota

Jose Manuel Jamardo Castro
j. m. jamardo RIBEIRA / LA VOZ

MUROS

cedida

De la mano de Lago, turistas exclusivos navegan y gozan de la gastronomía

11 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Es un hombre de mar como otros muchos de Carnota. Sin embargo, su relación con el agua no tiene nada que ver con la pesca. El viento y la fuerza de las olas son su sustento y también su medio de vida. Es Abel Lago Martínez (1979), un deportista que llegó a lo más alto y con un palmarés extraordinario en diversas disciplinas. Consiguió el entorchado mundial de katesurf y posee un buen puñado de títulos nacionales en esta disciplina deportiva y también en surf.

Después de viajar constantemente por todo el mundo en busca de la ola perfecta, regresó a su tierra para enseñar a sus paisanos todo lo que sabe de los deportes acuáticos. Es probador oficial de tablas de varias empresas internacionales y hace unos años montó una escuela denominada Abel Lago Watersports, en Carnota y Muros. En la actualidad tiene nueve empleados y cuenta con una amplia legión de jóvenes, y no tanto, aprendices de todas las disciplinas relacionadas con el mar, las tablas y el viento.

El emprendedor vio que la comarca tenía un gran potencial turístico y económico. Quería mostrar la zona a gente de gran poder adquisitivo y también enseñar todo lo que sabe sobre los deportes que el practica. Así nació hace casi diez años una empresa en la que él es el auténtico protagonista. Se encarga de surfear con sus clientes de forma exclusiva durante toda la semana. Además les acompaña y les muestra los lugares con encanto de la Costa da Morte y a los mejores restaurantes donde pueden degustar grandes mariscadas, es un servicio, «caro pero moi solicitado e que ten unha grande aceptación», confiesa.

Es el propio Abel Lago el que se encarga de prestar este servicio exclusivo a clientes de alto poder adquisitivo. Y es que poder disfrutar del mar y de la tranquilidad en la Costa da Morte «non hai cartos que o pague. Vén moita xente con diñeiro que só quere gozar do mar e da paisaxe e que ninguén a recoñeza nin a moleste», afirma.

Cada vez este servicio es más demandado. Además, afirma que no hace falta publicitarse pues «funciona moi ben o boca a boca. Uns van traendo a outros», reconoce el empresario.

Visitantes anuales

Personajes del mundo de los negocios son asiduos a las localidades de la zona. Uno de los que está prendado de la Costa da Morte es Alessandro Benetton, propietario del imperio Benetton y dueño de la escudería de Fórmula 1 que lleva su nombre. «Vén todos os anos. Encántalle esta zona. Practicar deporte, o mar, a paisaxe, a gastronomía e sobre todo, a tranquilidade. Aquí séntese libre». Acude siempre acompañado de su familia y de su esposa, Devorah Compagnoni, campeona olímpica de esquí en varias ocasiones.

Los Benetton son muy especiales y unos enamorados del «mar e da boa comida. Pírranlle os percebes e as praias de Muros, Carnota, Fisterra, Muxía e Laxe, entre outras».

La lista de clientes exclusivos es larga y muy variada. «Moitos veñen en avións privados. Traen un séquito de ata dez persoas para traballar para eles. Calquera deles pode gastar uns 2.000 euros ó día». Uno de estos visitantes es el dueño de una importante farmacéutica italiana que todos los años pasa 15 días en la zona. También es un habitual Roberto Ricci, propietario de la fábrica de ropa deportiva y tablas de surff RRD.

Abel Lago reconoce que alojar a este tipo de personas en la zona no es nada fácil pues buscar hoteles o casas a su medida es difícil, aunque en los últimos años «estase a mellorar moito».

El servicio que presta de forma exclusiva Abel Lago a sus clientes incluye una atención personalizada las 24 horas del día. Y claro, «non é barato», pero a pesar de eso, cada vez hay más gente que demanda estos servicios, lo que deja pingües beneficios en este territorio pues la comarca ofrece lo que no hay en otros sitios: tranquilidad, anonimato, paisajes y excelente gastronomía.

«Os famosos veñen buscando o anonimato e tamén pasar uns días tranquilos»