El mismo día en el que los vecinos encontraban el cadáver era detenido un hijo de la víctima
09 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.María Lires, una mujer de 75 años conocida como A Fisterrana, era hallada muerta, con el rostro ensangrentado, hace 41 años en su vivienda de Esteiro, en el municipio de Muros. Fueron los vecinos los que encontraron a la víctima, tendida sobre la cama, tras entrar en su vivienda. Al parecer, un hijo suyo, Constantino Varela Lires, de 35 años, había llamado a una hermana que vivía en Muros para alertarle de que la madre de ambos sufría una gran hemorragia.
En cuanto los vecinos hallaron el cuerpo sin vida de A Fisterrana y dieron la voz de alarma a las fuerzas de seguridad, se produjo la detención de dicho hijo como presunto autor del asesinato. Ya en aquel momento se hablaba de que Constantino Varela había golpeado a su madre con una banqueta en la cabeza tras una acalorada discusión, motivada supuestamente por una petición de dinero que habría sido desatendida por la víctima.
Tiempo después, en septiembre de 1981, se confirmaba esta teoría. El hijo de María Lires era condenado a 12 años de prisión por un delito de parricidio. Según la sentencia, dictada por la sala segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña, se consideraba probado que el procesado presentaba una personalidad psicopática compleja de tipo paranoico, con tendencia al fabulismo y con una cierta manía persecutoria. Aquella noche, reclamó a su madre sus derechos hereditarios y, ante la negativa de ella, la golpeó con una banqueta hasta matarla.