«Se vende hórreo», pero esta vez con una rebaja de mil euros

A. parada RIBEIRA / LA VOZ

MUROS

MILANUNCIOS

Un año más tarde, dos graneros, en Boiro y en Muros, vuelven a estar disponibles en un portal de Internet

22 oct 2019 . Actualizado a las 12:02 h.

Segundas partes nunca fueron buenas. O al menos eso dicen de las películas. Pongamos que la primera entrega de esta tuvo lugar hace más de un año, concretamente en septiembre del 2018, cuando salieron a la luz tres casos de hórreos de la comarca que se ofertaban para su venta a través de un conocido portal de la Red, Milanuncios. Tras la publicación realizada por este medio, dichos anuncios fueron retirados. Transcurrido este tiempo, se ha vuelto a colgar el cartel digital de «se vende hórreo». Eso sí, en uno de los casos con mil euros de rebaja.

Se trata de dos cabaceiras localizadas en los municipios de Muros y de Boiro. En esta ocasión, llama notablemente la atención la ausencia del tercer granero -también muradano y situado en Louro- que también se publicitaba hace un año y que llegó a llevar escrito en sus puertas la icónica frase y el correspondiente número de teléfono de su propietario. Por si el mercadeo de un elemento patrimonial y etnográfico no fuese suficientemente desalentador, aquel ejemplar incluso estaba recogido como referente de los estilos de Muros y Carnota en la obra académica de los profesores José Ramón Soraluce y Xosé Fernández.

Pero, ¿cuál es la verdadera gravedad que se esconde tras la venta de un hórreo? En realidad ninguna, ya que este puede ser objeto de intercambio como cualquier otro bien. Lo que posiblemente desconozcan los potenciales compradores es que lo que sí se sanciona es el traslado del propio elemento con multas que pueden alcanzar los 120.000 euros. Es decir, esta hipotética adquisición equivaldría a comprar un coche que nunca podría ser retirado del garaje de la persona que lo vende.

«Listo para transportar»

Mientras que el precio del hórreo de Uhía ha sido fijado en 6.000 euros -misma cantidad que se pedía por el de Louro hace un año-, el boirense ha regresado al mercado por 5.000. No obstante, en la descripción de este último su vendedor deja claro: «No es el de la foto. Totalmente desmontado, listo para transportar». Exactamente lo que prohíbe la Dirección Xeral de Patrimonio para cualquier cabaceira realizada en piedra o madera y con el agravante de aquellos anteriores al año 1901, que cuentan de por sí con la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC).

Dende a publicación da última Lei de Patrimonio Cultural de Galicia, do 16 de maio do 2016, estimamos que é probable que 200 hórreos fosen espoliados»

Este no es un problema exclusivo de la comarca, tal y como explicó el presidente de la Asociación en Defensa do Patrimonio Cultural de Galicia (Apatrigal), Carlos Fernández Coto: «Dende a publicación da última Lei de Patrimonio Cultural de Galicia, do 16 de maio do 2016, estimamos que é probable que 200 hórreos fosen espoliados».

Desde este colectivo ya han estrechado el cerco sobre estos casos, y muchos otros, en el pasado. Tanto, que llegaron a enviar sendas misivas a Milanuncios y a Wallapop -otro portal de compraventa- advirtiéndoles de que podrían estar convirtiéndose en colaboradores necesarios de un acto ilícito. «Respondéronnos que crían que non estaban infrinxindo ningunha das súas normas internas, pero nós referiámonos á lexislación», explicó el responsable de Apatrigal.

Vender la identidad

Precisamente, Coto ironiza al proponer un cambio en la descripción de estos anuncios más enfocado a su realidad: «Malvéndese a historia de Galicia». El arquitecto tiene claro qué es lo que protege la legislación, más allá de una mera estructura destinada al almacenaje. «Os hórreos significaron para os galegos a riqueza, a maior tamaño, maior capacidade de produción e, polo tanto, do poder familiar», destacó Coto, para señalar que «temos unha total desafección polo noso patrimonio cultural, pasa o mesmo co inmaterial, como a lingua».

Desde Apatrigal también recuerdan que hay un alto porcentaje de propietarios y compradores que desconocen esta ley. En algunas ocasiones suceden escenas como la ocurrida en Rianxo hace cerca de dos años, cuando un vecino preguntó en el Concello si era posible trasladarlo y se le comunicó que no. Y es que la información es vital para que los únicos hórreos en venta sean los de las tiendas de regalos.