Las capturas de pulpo cayeron a la mitad en el primer mes tras la veda

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

MUROS

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El precio medio del kilo ha bajado más de tres euros con respecto al pasado año

07 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Aventuraron los naseiros que la campaña del pulpo iba a ser mala y, transcurrido un mes desde su inicio, los datos les dan la razón. Las descargas han caído a la mitad, pese a que la flota dedicada a su captura es prácticamente la misma, salvo un puñado de profesionales que decidieron cambiar de arte al ver que dedicarse a esta actividad resultaba poco rentable. Las primeras jornadas tras el cese de la veda, en la rula de Ribeira se subastaban más de cuatro mil kilogramos de cefalópodo. El lunes solo hubo 2.476. Sin embargo, 70 de los 76 barcos que comenzaron a coger esta especie continúan haciéndolo.

La situación en Muros es similar. El 1 de julio, tras el paro biológico, en la lonja se vendieron 1.227 kilos. La cifra ha ido desplomándose hasta menos de la mitad de kilos comercializados el pasado 2 de agosto. En la tercera lonja de referencia del sector, la de Porto do Son, las cifras son todavía peores, 225 kilos fueron los conseguidos por las cuatro embarcaciones que descargan sus capturas en la rula.

Lejos de los cupos

En esta época del año, el cupo del cefalópodo está fijado en 30 kilogramos por tripulante -lo habitual es que vayan dos por embarcación- y otros tantos por barco. Es decir, que cada nave puede traer a tierra 90 kilos. Sin embargo, las cifras están bastante lejos de eso y la media de capturas está entre los 40 y los 50 kilos por pesquero.

Lo explica el naseiro de Muros Primitivo Pedrosa: «Onte -por el lunes- collemos 27 quilos. A semana pasada, 40. E os prezos tampouco son os de antes».

Como indicativo, este mismo profesional comenta que la carnada diaria cuesta unos 30 euros, dependiendo de si es pescado o cebo artificial. A esto se suman otros gastos: «400 litros de combustible chégannos para 15 días, en función do que te movas. A isto tes que engadir o pago da seguridade social e outros gastos que hai».

Cuando se le pregunta por los motivos por los que no ha decidido cambiar de arte, señala: «Resulta complicado. Temos problemas coa raia, a sardiña e a xarda e os topes. Podíamos intentar compensar coa nécora, que leva mellor prezo, pero non se collen moitas. Hai bastantes algas no mar e iso fai que a nasa non se meta moito no fondo ou, incluso, que as follas tapen a boca».

Primitivo Pedrosa manifiesta que la situación es complicada, pero también sentencia: «Nós somos moito de buscar escusas cando non pescamos».

Los que no admiten discusión son los datos, que indican que el volumen de capturas ha ido cayendo en picado a medida que avanzaban las jornadas de actividad. Lo indican también los placeros en Ribeira. Muchos naseiros aseguran que, por lo menos, «no mar vese cría».

Sorprendentemente para lo que muchos esperaban al ver que el cefalópodo escasea, los precios no están por las nubes. La cotización media, cogiendo los parámetros de las tres rulas de referencia en la comarca, es de 7,91 euros, frente a los 11,22 de hace un año. Es decir, que la caída es de poco más de tres euros.

Tampoco puede decirse que vaya tirado de precio, con unos valores que se mueven entre los 5 euros de mínimo y los 9,50 de máximo. Ahora bien, si se compara con la tendencia de ejercicios precedentes, con franjas que iban desde los 9,50 a los 14, el cambio es radical. En plazas como la de Ribeira, ayer solo podía encontrarse en un puesto.