El número de electores cae a mínimos históricos y se sitúa en 97.100 personas

xOÁN R. ALVITE MAZARICOS / LA VOZ

MUROS

CARMELA QUEIJEIRO

En cuatro años, el censo de votantes perdió algo más de dos mil inscritos

15 feb 2019 . Actualizado a las 13:36 h.

Faltan cien días para las elecciones municipales y la maquinaria electoral ya se ha puesto en marcha. De hecho, ya está listo el censo de electores que se utilizará en esos comicios y que será el que se cerró el pasado 31 de enero. Es decir, como norma general, los vecinos de la zona tendrán derecho a voto en el municipio en el que se encontraban empadronados antes de ese día. En esta ocasión serán un total de 97.176 personas, la cifra más baja desde las primeras elecciones democráticas, las que podrán elegir a los 153 concejales que integrarán las 11 corporaciones municipales de Barbanza, Muros y Noia y a los eurodiputados que representarán a España en el Parlamento de Estrasburgo.

Con respecto a los comicios celebrados hace cuatro años, las listas de votaciones han perdido un total de 2.360 inscritos y prácticamente 6.000 si la comparación se lleva al conjunto de la última década. La pérdida de potenciales votantes se repite de forma constante en la totalidad de los municipios de Barbanza, Muros y Noia si bien varía de forma sustancial de unas zonas a otras.

Así, mientras en los territorios más poblados, caso de Boiro y Ribeira, el recorte es prácticamente inapreciable -ronda el 1%- en otros la cifra adquiere tintes ciertamente preocupantes. Es el caso de Carnota, Outes o Mazaricos donde los censos han caído más de un 5% en el último cuatrienio o, lo que es lo que lo mismo, la merma ha rondado los 300 electores.

Aunque el número de potenciales votantes está en caída libre, los gastos derivados de poner en marcha toda la maquinaria electoral no dejan de crecer cada año y, en esta ocasión, superarán ya los 300.000 euros. Cifra relativa al gasto puramente administrativo y de la que se excluyen, por tanto, conceptos como lo desembolsado en la campaña por las diferentes formaciones políticas o los envíos postales de publicidad electoral.

Pago de personal

Son múltiples los pasos que cuestan dinero en unas elecciones, aunque los más cuantiosos, con diferencia, son los derivados de hacer frente al pago del personal que pone en marcha los comicios. Desde los miembros de las mesas -perciben algo más de sesenta euros por sus más de 12 horas de trabajo al frente de los puntos de votación- hasta los carteros, pasando por los funcionarios municipales o los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad que velarán porque la jornada de votaciones transcurra de sin incidencias.

Cantidades similares a estas se gastarían -el censo electoral que se utilizaría es el cerrado con referencia al 31 de diciembre, que es de 97.244 personas- si, finalmente y como todo parece indicar, hoy se convocan elecciones a cortes generales antes de las municipales del 26 de mayo.