Volantes y Muros honraron al fútbol

s. Gómez RIBEIRA / LA VOZ

MUROS

Manuel Caamaño

El gran partido Los de Baño vencieron por 4-1 un derbi cargado de sana rivalidad

02 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Es por partidos así que el fútbol modesto tiene sentido. Volantes de Baño y Muros disputaron, en el Eleuterio Balayo, el que seguramente fue el derbi con más chicha de lo que va de temporada. Con un resultado final de 4-1, el duelo tuvo de todo: acciones polémicas, patadas, golazos, expulsiones, épica y dos aficiones rivales que disfrutaron hermanadas por el deporte rey.

Como un huracán arrancó un encuentro en el que nadie negoció ni un ápice de esfuerzo. Fue así como Juan Mayo y Álex Siaba tuvieron que abandonar el césped en el minuto 10. El zaguero del Volantes y el punta del Muros chocaron cabeza con cabeza, lo que obligó a trasladarlos al centro médico.

Después del susto, que se saldó con diez puntos de sutura para Siaba, el duelo siguió su camino. Con los dos equipos intentando minimizar los errores para no regalar nada al contrincante, la igualdad se impuso en el Eleuterio Balayo. Todo cambió en el descuento de la primera parte. Ángel Caamaño deshizo la igualada para anotar el 1-0 y dejar gélida a la bancada.

Sin tiempo para más, el colegiado decretó el descanso. Tras el impás, no tardó el trencilla en convertirse en el centro de los focos señalando penalti a favor del Volantes. Con protestas por el bando rival y vítores por el local, Thiago envió el balón a la red para anotar el 2-0.

Sin margen

A partir de ahí el partido se convirtió en una ruleta rusa. Brea la sufrió en primer lugar, al ser expulsado por doble amarilla. Con uno menos, el Muros ató el devenir del encuentro a la fortuna, pero fue Ángel Caamaño, que firmaba así su segundo tanto, quien rompió el marcador con el 3-0.

No acabaron los incontables contratiempos que padeció el Muros, que vio como Ramón se lesionaba y era Matías, el cancerbero suplente, quien ocupaba la plaza de delantero. No defraudó el ariete accidental, que, tras un cabezazo de Pelos, enviaba el balón a la red para hacer el 3-1. Sin margen para mucho más, y con el Muros completamente roto físicamente, el Volantes, de nuevo a la contra, cerraba el gran derbi por cuatro goles a uno.