El tesón de un grupo de residentes de Esteiro permitió desenterrar una estructura que llevaba medio siglo cubierta por la maleza
19 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Muchos elementos etnográficos de antaño, cuya presencia era habitual en todos los pueblos, han ido desapareciendo con el tiempo, especialmente debido al abandono del uso de los mismos. Entre ellos destacan los lavaderos públicos que, debido a la escasa obra civil que implicaban, ya que en su mayor parte eran espacios desprovistos de cubiertas, se fueron degradando. Algunos se convirtieron en zonas de depósito de enseres diversos y otros acabaron sepultados bajo caminos u otras construcciones. En el municipio muradano todavía quedan plenamente visibles algunas de estas instalaciones públicas. Entre ellas figuran las de O Chalón, Campo de Cortes o Souto de Tal. En otros casos, esos recintos solo perduran en el recuerdo de las personas mayores de cada localidad.
Así sucedió en Esteiro, donde los vecinos recordaban varios espacios utilizados como lavaderos, algunos de ellos siguiendo el cauce de un regato que llegaba a la Salina, y donde se aprovechaban manantiales que vertían sus aguas a esa zona. Algunos residentes se propusieron recuperar estos lavaderos.
El denominado Caño do Agriño está sepultado por rellenos y edificaciones, pero no ocurría lo mismo con el conocido como Fonte de Arriba. Tras arduas labores de desescombro se lograron visualizar la antigua fuente y unas losas bordeando una fosa, que se empleaba para lavar la ropa. La instalación, según los residentes, llevaba al menos medio siglo cubierta por la maleza.
La estructura de O Chalón, en plena villa muradana, a escasos metros de la casa consistorial, fue la mayor construcción del municipio utilizada como lavadero público en el término. Los vecinos se opusieron a sucesivos intentos de eliminarlo por considerar que, además del valor sentimental que suponía su conservación, todavía prestaba servicio para asear algunos elementos de tamaño o de características especiales.
Proyecto municipal
Existe un proyecto municipal para adecentar este lavadero y su entorno, ya que en la actualidad ofrece un estado de conservación deplorable. Las estructuras de Tal y Campo de Cortes, ambas también cubiertas como la de O Chalón, languidecen sin ser utilizadas como antaño, aunque los ciudadanos se oponen a su demolición.
Pocos vestigios quedan de otros recintos existentes en el pasado en las restantes parroquias del término, aunque tanto en Louro como en Serres, las personas de mayor edad recuerdan a la perfección la ubicación, las características e incluso la habitual zona de clareo de la ropa, siempre situada en las inmediaciones de estas instalaciones que antaño fueron tan habituales y necesarias en cada localidad.