Los investigadores creen que los cuerpos de los desaparecidos en Mazaricos y Culleredo vinculados a Pandolo pueden estar en el monte Paxareiras

MAZARICOS

La búsqueda se centró en una zona de más de diez kilómetros en la que hay múltiples pozos e incluso restos de un vertedero
28 sep 2023 . Actualizado a las 20:54 h.Entre la casa de Antonio Tuñas Vieites, en la aldea mazaricana de Alborés, y el monte Paxareiras, donde ayer se buscó su cuerpo, hay escasamente veinte kilómetros. Más de ochenta separan, sin embargo, este lugar donde confluyen los municipios de Carnota, Mazaricos y Muros, del núcleo de Orro, en Culleredo, donde residía Javier Iglesias Otero. Ambos tienen un nexo común, y es la sospecha de que el delincuente José Manuel Martínez Quintáns, alias Pandolo, puede estar detrás de ambos sucesos.
Aunque al primero se le perdió la pista en diciembre del pasado año y al segundo a principios de mayo, los equipos que investigan sus desapariciones creen que sus cuerpos podrían estar en el mismo sitio o, al menos, a pocos metros de distancia. Es una de las principales conclusiones que ha trascendido de los trabajos de rastreo que ayer llevaron a cabo en Paxareiras más de una treintena de personas, entre agentes de la Guardia Civil, Policía Local y miembros de varias agrupaciones de Protección Civil.
«Polo que nos dixeron, non descartan que os corpos poidan estar no mesmo sitio. Loxicamente, os coordinadores do dispositivo non contaron os pormenores do caso nin os indicios que teñen para pensar esto, pero si é certo que están traballando con esta hipótese», apunta una de las personas que ayer participaron en el dispositivo que señala que el hecho de que se investigue a un mismo individuo por ambas desapariciones -José Manuel Martínez Quintáns, alias Pandolo- es un argumento de peso que sostiene esta teoría.
En cualquier caso, incluso estando juntos, no va a resultar una tarea sencilla dar con su paradero en el entorno donde se realizó la búsqueda, un área de monte bajo de más de diez kilómetros cuadrados de superficie donde su ubican más de medio centenar de generadores eólicos y donde existen múltiples pozos e incluso los restos de un antiguo vertedero que usaban hace más de tres décadas los ayuntamientos de Carnota y Muros. Precisamente en ese punto se cerró el dispositivo a última hora de la tarde del martes, sin que por el momento se tenga constancia de que vayan a retomarse los trabajos en este u otros lugares.
«Onte revisamos na volta de 400 hectáreas dun terreo con moita pendente e moita maleza e, polo tanto, moi difícil de rastrexar. Ao parecer, tamén hai moitas zonas onde existen pozos de tres ou catro metros de profundidade que, na maioría dos casos, están tapados polo toxo», apunta Benito Martínez Carreira, responsable de la agrupación de voluntarios de Protección Civil de Mazaricos que desplazó nueve de sus miembros para participar en la búsqueda.
También lo habían hecho hace unos meses cuando los dispositivos de búsqueda se centraron en el entorno del embalse de A Fervenza, lugar en el que, al parecer, se detectó la última señal del teléfono de Antonio Tuñas. El mazaricano de 72 años de edad había salido de su vivienda conduciendo su propio vehículo, un Nissan Almera que días después apareció estacionado en la entrada de Carballo. En cuanto al cullerdense, las pistas sobre su paradero se perdieron en la tarde del 5 de mayor cuando su teléfono móvil dejó de dar señal.