Barbanza afronta el verano con la menor reserva de agua de la década

Xoán Ramón Alvite Alvite
xoán ramón alvite RIBEIRA / LA VOZ

MAZARICOS

El embalse de A Fervenza está a menos del 50 % de su capacidad.
El embalse de A Fervenza está a menos del 50 % de su capacidad. Alvite

Ríos y embalses ofrecen unos niveles muy inferiores a los de ejercicios precedentes

15 jun 2022 . Actualizado a las 09:40 h.

Ni el otoño ni la primavera han resultado especialmente lluviosos en territorio barbanzano. Al contrario, han sido de las estaciones más secas de los últimos años y esto se traduce en que, tanto los ríos como embalses existentes en la zona se encuentren bajo mínimos. Concretamente en los niveles más bajos de la última década, tal y como demuestran los últimos datos facilitados por Meteogalicia y el Ministerio para la Transición Ecológica.

Así, por ejemplo, los principales ríos que atraviesan la comarca están ya en los mismos parámetros que solían registrar en un verano seco. El Tambre bajaba ayer con un nivel medio de 90 centímetros, cuando hace justo un año su altura rondaba el metro y medio. Su caudal —ayer era de 1,5 metros cúbicos por segundo— es un 30 % inferior al de hace un año. Situación similar atraviesa el Xallas, a su paso por territorio mazaricano, cuyo nivel medio ayer era de apenas un metro.

En cuanto a los embalses, el de A Fervenza, presenta un estado muy poco habitual para esta época del año, con buena parte de las mil hectáreas de terreno que ocupa al descubierto. Así, en la tarde de ayer albergaba 49 hectómetros cúbicos de agua —lo que supone el 47 % de su capacidad total—, lejos de los 54 hectómetros que contabilizaba la misma semana del año pasado o de los 78 que es la media registrada durante los últimos diez años.

El de Santa Uxía, por su parte perdió, en tan solo la última semana, tres hectómetros cúbicos o, lo que viene siendo lo mismo, el equivalente al agua de casi mil piscinas olímpicas. A día de hoy se encuentra al 66% de su capacidad total, diez puntos menos que la media de la última década.

Por último, el Barrié de la Maza —cuenta con una presa en el municipio noiés— tiene actualmente un volumen de agua de once hectómetros cúbicos, que representan el 35 % de su capacidad total. Hace justo una semana, este porcentaje se elevaba hasta el 45 % lejos, en cualquier caso, de la media registrada desde 2012 que se eleva hasta el 54 %.

Pese a que ninguno de estos tres embalses se utiliza para el abastecimiento directo a la población, su nivel de agua albergada sí refleja perfectamente la situación hídrica por la que atraviesan los numerosos ríos, manantiales y fuentes de las que se sirven más de 30.000 vecinos del área de Barbanza.

Prealerta por sequía

Desde hace una semana, toda la cuenca Galicia-Costa, a la que se adscribe el conjunto del territorio barbanzano, se encuentra en prealerta por sequía. Una medida preventiva puesta en marcha por la Oficina da Seca de la Xunta que busca anticiparse ante un posible episodio futuro de escasez de agua.

En este sentido, desde la Administración autonómica se apela a la necesidad de tomar conciencia de la gravedad de la situación y a realizar un consumo responsable. Así, se aconseja restringir las labores de riego, evitar el lavado innecesario de coches, limitar el llenado de piscinas o reutilizar esta agua para otros usos.

Además, desde la Oficina Técnica da Seca hacen un llamamiento especial a los diferentes ayuntamientos —responsables del abastecimiento de la mayoría de hogares— para garantizar el correcto funcionamiento de los servicios de dotación de agua a viviendas. También les pide que, en el caso de no tenerlo ya, elaboren un plan de emergencia frente a la sequía y apliquen todas las medidas de control y reducción de consumos no esenciales.

En cualquier caso, se esperan lluvias para los próximos días que se confía que puedan paliar, aunque sea mínimamente, la situación que atraviesan los acuíferos de la zona tras un período de menos precipitaciones.

Sálvora

Amenaza real

Quienes renieguen del cambio climático (que los hay) tendrían que darse estos días una vuelta por los ríos y embalses que bañan la comarca. Presentan un estado preocupante, fruto de la ausencia de lluvias importantes durante el invierno y la primavera. La alarma también se extiende a muchos cauces y fuentes de los que se abastecen los barbanzanos, por lo que no pueden descartarse restricciones a medida que avance la estación. Parecía impensable hace tan solo unos años, pero la sequía ya es una amenaza real. Más pronto que tarde, habrá que poner en marcha mecanismos que permitan que, cuando llegue, cause el menor daño posible.