Mazaricos registra nuevos casos y abre la puerta a otro repunte en la comarca

Ana Lorenzo Fernández
Ana Lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

MAZARICOS

CARMELA QUEIJEIRO

Como ya sucedió en anteriores ocasiones, la mala evolución de los últimos días en el área sanitaria de A Coruña y Cee puede propagarse a los concellos más próximos

20 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Al coronavirus no le gusta quedarse quieto y lleva 15 meses jugando al gato y al ratón entre todos los concellos de la comarca, y también del resto de Galicia. Esta movilidad constante podría dar un nuevo disgusto en territorio barbanzano, puesto que ayer se notificaron nuevos positivos en Mazaricos, un municipio que llevaba desde febrero con una incidencia muy baja de casos, y donde fue a mediados de mayo cuando se notificó el último enfermo con covid, es decir, hace más de un mes.

La aparición de estos contagiados ha vuelto a hacer saltar todas las alarmas, puesto que en el área sanitaria de A Coruña y Cee llevan una semana registrando una subida de los casos, una situación que en ocasiones anteriores ha acabado propagándose fuera de las fronteras de la zona de influencia de la gerencia coruñesa para adentrarse en la zona de Santiago y Barbanza. De hecho, a finales de enero, el importante volumen de positivos que había en el norte de la provincia acabó extendiéndose a los ayuntamientos situados más al sur, empezando por Mazaricos y bajando por Muros, Carnota, y Noia y llegando luego a los de Arousa norte.

Con todo, ahora la situación epidemiológica es mucho mejor, puesto que hay más población vacunada y el buen tiempo hace que las reuniones sociales se realicen en espacios exteriores, lo que reduce el riesgo de contagios.

Seis municipios a cero

Con estos nuevos casos detectados en Mazaricos, el municipio deja de pertenecer al grupo de concellos que llevan siete días sin registrar ningún positivo: Ribeira, Rianxo, Outes, Porto do Son, Carnota y Muros. Durante esta semana, también Lousame estuvo en esta privilegiada situación epidemiológica, pero la aparición de un par de positivos cortó la buena racha.

Por otro lado, hay que destacar que Noia ha mejorado su incidencia acumulada a siete días, y baja al tramo que va de 10 a 25 positivos por cada 100.000 habitantes, lo que en la práctica se traduce en que en una semana se contabilizaron una media decena de enfermos con covid. Por contra, A Pobra y Rianxo siguen dando pasos para ganar la batalla al virus, y su IA a 14 jornadas baja a menos de 25, lo que lleva a pensar que en esta semana podrían alcanzar la meta de no registrar ningún caso en ese período.

En el resto de municipios, la evolución sigue siendo estable y, a no ser que todo se vuelva a torcer por la influencia de contagios en otras comarcas limítrofes, se podría llegar a julio con la mayor parte de los municipios con su contador covid a cero.

Bordeando el centenar

En el área sanitaria de Santiago y Barbanza continúa la caída de casos aunque, si hace unos días la mejoría era muy notoria de una jornada a la siguiente, ahora se ha ralentizado sustancialmente. De hecho, según el último informe de Sanidade, la cifra de personas a tratamiento ha pasado de 126 a 121. Este descenso paulatino hace pensar que no será hasta finales de la semana próxima cuando por fin se consiga bajar de la barrera del centenar de pacientes con covid.

Sin embargo, también hay un dato preocupante, puesto que se han detectado 12 nuevos positivos en apenas 24 horas, el balance más alto desde el pasado 4 de junio. Además, solo han recibido el alta 16 enfermos de covid, por lo que el número total de curados desde que se inició la pandemia asciende a 19.655.

Las buenas noticias llegan desde el hospital Clínico, donde se mantiene estable la cifra de hospitalizados, con cuatro en planta y uno solo en la uci. Desde que el 7 de junio se produjo la última muerte por covid, no ha habido que lamentar ninguna más.

4.500 vacunas

En los últimos días se ha procedido a vacunar en el hospital de Barbanza a unos 3.000 vecinos que pertenecen al grupo de edad de 40 a 49 años, que se unen a otros tantos inmunizados con la primera dosis de Pfizer la semana anterior. La previsión de Sanidade para las próximas jornadas es llegar a unos 4.500 barbanzanos más. Además de seguir avanzando con los que tienen de 45 años para abajo, se administrará la segunda dosis a los del grupo de 50 a 59 años, puesto que ya se cumplen los 21 días desde que recibieron la primera inyección.

Aunque en un principio la Xunta había anunciado que a las personas nacidas entre 1972 y 1981, considerada la generación del baby boom, se les pondría la fórmula de Janssen -de la que solo se precisa una dosis-, lo cierto es que la escasez de viales que están llegando desde este laboratorio a la comunidad gallega hace inviable seguir con esta previsión.

 De hecho, a la mayoría de personas que en los últimos días han acudido a vacunarse en el hospital de Barbanza o en la Cidade da Cultura se les está inoculando Pfizer o Moderna y, solo en algunos casos, si sobran dosis también, se opta por Janssen, aunque esta fórmula se está reservando principalmente para los marineros o personas que tienen que trabajar fuera de Galicia durante la semana.

 AstraZeneca

Paralelamente, en el Clínico de Santiago se continuará los próximos días con la segunda dosis de AstraZeneca a todas aquellas personas que pertenecen a los grupos esenciales y que han aceptado completar su pauta de vacunación con esta fórmula.

Ayer pasaron por este hospital compostelano un millar de trabajadores, y está previsto que hoy se vuelva a repetir una cifra similar, y todos ellos deberán entregar firmado un consentimiento informado.

La situación en los colegios

Aunque los centros educativos de Barbanza han visto reducirse significativamente el número de contagiados en sus aulas, lo cierto es que los siete casos contabilizados ayer en el informe de la Consellería de Educación suponen más del 40 % de los registrados en los 46 concellos que conforman el área sanitaria de Santiago y Barbanza, donde la cifra asciende a 16.

Además, el positivo aparecido en la escuela infantil A Galiña Azul de O Saltiño obligó a cerrar una clase como medida de precaución, y a enviar a pasar una cuarentena a todos sus compañeros, convirtiéndose en la única aula de toda la zona de influencia de la gerencia compostelana que se encuentra sin actividad escolar en estos momentos.