Mazaricos apuesta por consolidar las ruinas del templo de Santa Baia para frenar su deterioro

Xoán Ramón Alvite Alvite
Xoán ramón alvite MAZARICOS / LA VOZ

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El alcalde explicó al ecónomo del Arzobispado su propósito

22 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

«O ideal sería rehabilitala totalmente e devolverlle o esplendor que sempre tivo, pero, a día de hoxe, iso resulta case imposible». Así de contundente se muestra el alcalde de Mazaricos, Juan José Blanco Riveiro, al referirse a la iglesia de Santa Baia, en la parroquia de Chacín. Un templo con un preocupante estado de abandono y sobre el que el Concello pretende actuar de forma inminente para poner en valor sus restos y el entorno.

Así se lo ha hecho saber el mandatario municipal a Fernando Barros, ecónomo diocesano del Arzobispado de Santiago, en el encuentro mantenido durante la mañana de ayer, al que también asistió el párroco Xosé Manuel Pensado Figueiras.

Sellado de muros

«Explicámoslle que a nosa intención é consolidar as ruínas para frear o seu deterioro. Retirando materiais que poden resultar perigosos ou selando os muros para evitar que se estraguen máis. Tamén queremos acondicionar o entorno para que sexa un lugar visitable, tanto para turistas coma para os que teñen alí enterrados a familiares e seres queridos», explica Blanco Riveiro. El regidor destaca la buena acogida que ha tenido su propuesta: «Dixeron que o tiñan que estudar, pero que lles parecía unha boa forma de preservar este ben patrimonial».

La semana que viene, el Ayuntamiento enviará por escrito una propuesta en la que también se recogerá la cesión del conjunto -además de la iglesia se pretende actuar sobre el cementerio y sobre la llamada Casa da Fábrica, un inmueble anexo al templo- por un período inicial de 15 años. En este sentido, desde el Concello no descartan que más adelante se pueda completar la rehabilitación integral del inmueble. «De momento queremos conservalo para frear o deterioro. Posteriormente, se lle podemos atopar un uso e financiamento suficiente apostaremos por rehabilitalo», explica el alcalde.

La iglesia de Santa Baia está situada a escasos 300 metros de la carretera que sube de Outes hacia Pino de Val. Construida entre los siglos XVI y XVIII, acogió culto religioso hasta 1974, año en el que se construyó la nueva iglesia de Pino de Val, si bien hasta el 2000 seguía celebrándose en ella una misa mensual.

Aunque devorada por la maleza, en su interior pueden verse detalles de la policromía que adornaba las paredes, parte de la balaustrada de madera que presidía el coro o la impresionante pila bautismal de piedra situada a la entrada del templo. También los regios arcos de medio punto que, sujetados en columnas octogonales, separan sus tres naves.

La restauración de los retablos costaría unos 60.000 euros

Para hacerse una idea del elevado coste económico que tendría la recuperación total de Santa Baia basta con saber que, solo la restauración de sus retablos, costaría alrededor de 60.000 euros. O ese, al menos, era el presupuesto que le entregaron al párroco Pensado Figueiras cuando se interesó por su rehabilitación a principios de la década pasada.

«Supoño que a día de hoxe o prezo será similar ou incluso algo máis reducido, porque todo o relativo á restauración popularizouse moito e a oferta de profesionais tamén é maior. Con todo, é algo que, de facerse, non resultará barato», apunta el cura. Pensado, ante el saqueo que empezaba a producirse en el templo, decidió desmontarlos y guardarlos en la nueva iglesia de Pino de Val. «Mandeinos quitar porque empezaban a roubarlles anacos. Son pezas barrocas relativamente normais entre as que destaca, ao meu entender, a que garda a imaxe da patroa».

La antigüedad de estos retablos se data en el siglo XVIII, momento en el que se estima también finalizó la construcción de la iglesia.