Los coches de alta gama aumentaron un 60 % en Mazaricos en un lustro
23 nov 2020 . Actualizado a las 14:56 h.Con siete veces más animales que personas, Mazaricos es uno de los principales ayuntamientos ganaderos de Galicia. Apenas 4.000 habitantes contra una cabaña de 13.000 vacas, 11.500 terneros, 1.500 gallinas, 380 cerdos y 220 ovejas.
Curiosamente, lo que apenas hay -solamente 40 censados- son caballos. Al menos de los pertenecientes a la familia de los équidos, porque en lo que a los de vapor se refiere el municipio también es de los que destaca. Tanto por el millar largo de tractores que se reparten por sus diferentes granjas como por la creciente flota de coches de alta gama con la que cuentan sus vecinos. Calculando por lo bajo, más de 150.000 caballos de potencia, una cifra que no ha dejado de incrementarse durante los últimos cinco años.
En el caso de la maquinaria gracias a la continua modernización de las ganaderías, que cada vez necesitan aperos más grandes y potentes, y en el de los vehículos, por el poderío económico que parece mostrar una parte importante de su población.
Las variables
Porque aunque el municipio se sitúe a la cola de la comarca en indicadores económicos como el Producto Interior Bruto (PIB) o la renta disponible bruta por habitante, lo cierto es que su capacidad financiera parece arrojar pocas dudas.
Sin ir más lejos, en Mazaricos hay en la actualidad un 60 % más de coches de alta gama de los que existían a finales del 2015. Dicho de otra manera, en el último lustro en el municipio se matricularon 45 turismos de la marca BMW, 43 Mercedes y 40 vehículos fabricados por Audi. También hay varios Lexus, algunos modelos de Range Rover que superan los 45.000 euros e incluso impresionantes deportivos de la firma Porsche de más de 300 caballos.
Bien es cierto que en algunos casos se trataba de coches seminuevos cuyo precio resulta más asequible pero que, sin embargo, no desvirtúa el espectacular crecimiento experimentado por estas marcas en el ayuntamiento.
Otro tanto sucede con los tractores. Si hasta hace poco más de una década lo normal eran máquinas que difícilmente superaban los 100 caballos de potencia, ahora ya resulta casi habitual encontrarse con modelos que sobrepasan ampliamente los 200 caballos y cuyo precio de venta llega a superar los 200.000 euros.
Explicaciones dispares
¿Qué puede explicar esta situación de relativa bonanza en el municipio, contablemente, menos pudiente de la comarca? ¿Cómo pueden conjugarse estas inversiones en un sector agroganadero, que lleva años quejándose de su escasa rentabilidad? Ni siquiera en la propia localidad parecen tener una explicación lo suficientemente concluyente sobre este aspecto.
Unos apuntan a las pensiones de jubilación o a los créditos bancarios como forma de financiación de muchas adquisiciones: «Se non fose polos cartos que entran de pensións, moitos ían andar en bicicleta coma antigamente. Algúns presumen de ter automóbiles e tractores bos, pero os que tiñan que presumir eran os dos bancos que son os verdadeiros donos».
Otros, sin embargo, no dudan en criticar a quienes se lamentan por las dificultades económicas de los mercados y después se permiten estos lujos.
Sea como fuere, lo que si resulta claro es que el municipio de Mazaricos, además de tierra de vacas también lo es de caballos, aunque estos sean metálicos y de vapor.
El campo invirtió 32 millones en renovar la flota de tractores
El sector agroganadero barbanzano está en constante proceso de modernización. El aumento de la base territorial —las granjas trabajan el triple de terreno que hace dos décadas— y las innovaciones en las prácticas agronómicas han obligado a la mayoría de profesionales a realizar importantes inversiones en la compra de maquinaria para trabajar.
En la última década, las explotaciones de la zona han invertido más de 32 millones en la renovación de su flota de tractores y aperos de labranza. Son datos extraídos de los planes de mejora presentados por agricultores y ganaderos ante la Consellería de Medio Rural, y confirman la pujanza de un sector que mejora en eficiencia y productividad. Lo demuestra el hecho de que, con la mitad de explotaciones que hace un cuarto de siglo, la comarca duplicó la producción de leche y carne que registraba a mediados de la década de los 90.
A día de hoy, un tractor equipado con un moderno arado procesa más de 15 hectáreas en un día, superficie impensable hace unos años. Esta puesta al día ha tenido, sin embargo, un coste importante para el sector barbanzano. Este se ha traducido en el abandono de cientos de explotaciones, incapaces de hacer frente a las constantes exigencias del mercado, y en el excesivo endeudamiento de otras muchas de las que siguen en activo.
Las matriculaciones de vehículos cayeron a la mitad desde el 2008
Pendiente de contabilizar el último trimestre, todo apunta a que el 2020 tampoco será un buen año para el sector de la automoción. Al menos si se toman como referencia los datos de matriculación de vehículos en Barbanza, que apuntan que hasta finales de septiembre se habían registrado un total de 1.012 altas en la zona.
De seguir la tendencia de los meses anteriores, difícilmente se llegará en este ejercicio a los 1.500 nuevos turismos —cuatro diarios— que es la media de matriculaciones que se registra en la última década.
Muy lejos de los 3.081 que la DGT documentó en la zona en el 2007, año inmediatamente anterior al estallido de la burbuja inmobiliaria y al inicio de la crisis económica.
Aunque no hay datos oficiales sobre el montante económico al que ascienden las transiciones de coches en la comarca, la extrapolación de las cifras autonómicas apunta a que sobrepasa los 24 millones. Según los valoraciones realizadas por la patronal de los concesionarios de automoción españoles, el precio medio de los coches durante lo que va de año ronda los 16.000 euros, casi un 1 % más que en el mismo período del año pasado.
Este extremo también lo confirman varios talleres de la zona, que señalan que se han vendido menos coches, pero que los precios medios fueron superiores.