Mazaricos ya huele a cocido y a bolos do pote

X. Ramón Alvite

MAZARICOS

ALVITE

Está previsto servir más de 2.000 raciones durante el fin de semana

29 feb 2020 . Actualizado a las 19:08 h.

Un año más, Mazaricos será el encargado de poner el broche de oro al entroido barbanzano. Lo hará con cocido y con los tradicionales bolos do pote, que hoy ya pueden disfrutarse en una docena de locales del municipio. Porque, aunque el día principal de la fiesta será mañana, el producto ya está disponible hoy en aquellos restaurantes donde se haya reservado previamente.

La imposibilidad de atender a todos los visitantes en una única jornada llevó a los hosteleros a ampliar, hace unos años, la exaltación del bolo también al sábado. Una medida que, al parecer, ha cosechado notable éxito a tenor de la afluencia de personas tanto al mediodía como a la hora de las cenas. «Temos, sobre todo, grupos que prefiren xuntarse para comer os bolos dun xeito máis tranquilo escapando do propio día da festa onde hai sempre máis movemento e aglomeracións de xente», explica Jorge Jurjo, presidente de los hosteleros mazaricanos, que se muestra esperanzado en que la edición de este año volverá a ser un éxito pese a que las previsiones meteorológicas apuntan a lluvia durante la jornada de mañana. «Evidentemente, é mellor que non chova, pero a festa está tan consolidada que inflúen pouco esas cousas. Ademais parece que o cocido e os bolos aínda entran mellor se o tempo está algo revolto», señala.

Trabajo previo

En cualquier caso, el Campo da Feira ya está cubierto por una carpa donde, a partir de la una de la tarde, se llevará a cabo la degustación gratuita que correrá a cargo, como viene sucediendo desde la primera edición, de la Asociación de Amas de Casa de Mazaricos y de la Asociación de Vecinos Monte Picoto. De hecho, el trabajo de ambos colectivos ya ha empezado hace días con la preparación de todos los productos y materiales necesarios para la demostración en vivo del proceso de elaboración de los bolos.

Una receta que, aunque en apariencia puede resultar sencilla, lo cierto es que tiene su truco. Tanto es así que su sabor e incluso textura varía de forma sustancial en función de quien los prepare. Dependiendo del cocinero, se amasa de una u otra manera o se emplean trozos de panceta, chorizo o tocino para hacer una especie de rustrido que inunda de matices el plato.

Lo que no varía es la base del producto, que está compuesta por harina de maíz, mezclada con algo de trigo o centeno para darle mayor consistencia, que se amasa y se compacta con su característica forma de bola. Posteriormente se introduce para su cocción en el caldo hirviendo y se sirve acompañada del tradicional cocido.

Se espera que, entre la degustación gratuita, las tapas en los bares y los menús en los diferentes locales participantes se sirvan más de 2.000 raciones de bolo do pote durante todo el fin de semana.