El Concello de Mazaricos invita a los vecinos a sumarse al contencioso contra la autorización del parque eólico

La Voz RIBEIRA / LA VOZ

MAZARICOS

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La puesta en marcha de este complejo ya cuenta con el permiso administrativo previo de la Xunta para la colocación de siete generadores

01 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Nós iremos ata o final. Ata as últimas consecuencias porque pensamos que tanto o proxecto que presentou a empresa promotora como a resolución da Xunta ten importantes fallos legais que non son admisibles». Así de contundente se mostró el alcalde de Mazaricos, Juan José Blanco Riveiro, en la reunión que mantuvo ayer con una treintena de residentes en las parroquias de Colúns y Arcos, afectadas por la instalación del parque eólico Ruña II. El mandatario invitó a los vecinos a sumarse al contencioso que presentará el Concello contra la autorización al parque.

La puesta en marcha de este complejo ya cuenta con el permiso administrativo previo de la Xunta para la colocación de siete generadores de tres megavatios de potencia en las inmediaciones de los núcleos de Castrelo, Campelo, Ribeiratorta y Vilarcobo. Circunstancia que ha provocado un profundo malestar entre los vecinos, que se quejan de la cercanía a las viviendas y la afección de áreas de especial interés como la devesa de Anllares.

Los trámites a seguir

«Queremos explicarvos como está a situación e o que imos facer. Despois, cada un que elixa o que lle pareza mellor. O único que vos pido é que se decidides participar no contencioso nos apoiedes ata o final», comentó Blanco Riveiro que, sin embargo, dejó una puerta abierta a que el conflicto pueda solucionarse.

«Non reclamamos para levar a contraria. Cremos nas enerxías renovables e pensamos que os parques deben estar en zonas que non molesten a poboación nin afecten a espazos sensibles. Se todos saímos beneficiados, evidentemente estaremos de acordo en que se instalen».

Pese a ser ya uno de los municipios gallegos con mayor potencia eólica instalada, Mazaricos está en el punto de mira de varias empresas para la colocación de cuatro nuevos complejos. Estas iniciativas se han topado con una fuerte oposición de los vecinos, que se quejan del impacto que tendrá la colocación de torres de más de cien metros de altura, con diez veces más potencia que los primeros molinos instalados hace más de dos décadas.