Naturaleza eterna engalana el paisaje del municipio de Mazaricos

Xoán Ramón Alvite Alvite
X. R. Alvite MAZARICOS / LA VOZ

MAZARICOS

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Algunos casos de árboles excepcionales: belleza y grandiosidad

20 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Muchos de ellos ya estaban aquí bastante antes de que naciésemos. Aun así, a pesar de su belleza y grandiosidad, pocas veces reciben el trato y la atención que merecen tanto por parte de las distintas administraciones como de la población en general. De hecho, resulta difícil encontrarlos en guías turísticas, páginas web u otro material promocional. Son escasos los que tienen paneles que indiquen sus características más destacadas o se encuentren en un entorno debidamente acondicionado, acorde a su singularidad o riqueza botánica.

Árboles excepcionales salpican la comarca y destacan por su grosor, su tamaño, su edad, su rareza o su hermosura. Otros por el entorno en el que se encuentran o incluso por lo que representan para los vecinos del lugar en el que se ubican. En Mazaricos, municipio de gran extensión y con vocación agroforestal, son múltiples los ejemplos de árboles singulares. Aunque son numerosas las especies destacables que se reparten por todo el territorio -castaños, freixos, acacias, pinos e incluso olivos- destacan sobre el resto los carballos de los que existen numerosos ejemplos dignos de mención. Probablemente el más conocido sea el que se encuentra en el atrio de la iglesia de San Cosme de Antes, a escasos metros de la carretera Negreira-Muxia. Este majestuoso ejemplar de quercus robar puede superar, según algunos entendidos, los tres siglos de edad y su tronco supera los tres metros de diámetro.

Su gran belleza y la capacidad para superar adversidades -un rayo hizo una importante brecha en su tronco pese a lo cual logró mantenerse en pie y seguir creciendo- lo ha convertido en un símbolo para los vecinos del lugar que pagan de su bolsillo su cuidado y el del entorno en el que se ubica.

Más belleza

También destacan otros ejemplares de titularidad privada como el carballo de Cuns, situado en un prado del lugar de Cuíña, o el de A Cova, en un hermoso paraje próximo al núcleo Sanfoga, a unos centenares de metros de la carretera provincial Outes-Dumbría. Ambos ejemplares destacan tanto por el grosor del tronco como por sus numerosas ramas. Mención aparte merece la Devesa de Anllares, la más occidental de Europa y uno de los bosques atlánticos que mejor conservados se encuentran y que se extiende durante cientos de hectáreas de la parroquia de Colúns. Al pie del río Xallas y entornos míticos como el monte Pindo, sigue siendo uno de los lugares más hermosos, pero también más desconocidos de la zona.