Unas mámoas impiden la legalización del polígono industrial de Mazaricos

Xoán R. Alvite / A. Gerpe MAZARICOS / LA VOZ

MAZARICOS

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El hallazgo de los restos arqueológicos echa por tierra una de las actuaciones más prometidas de los últimos 25 años

07 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Mazaricos no tendrá, finalmente, polígono industrial. Por lo menos, no en el espacio en el que se planeó en un principio ni con la superficie que aparecía recogida en el proyecto inicial, redactado hace más de un cuarto de siglo. El descubrimiento de varias mámoas en el lugar -su número exacto está sin determinar, aunque se cree que superan la media docena- parece que, finalmente, echará por tierra una de las actuaciones que más ha dado que hablar y prometer por parte de los distintos partidos políticos en la historia reciente de Mazaricos.

«Non é o momento de botar culpas nin de repartir responsabilidades a ninguén. O das mámoas hai moitos anos que creo que se sabe e que, por razóns que descoñezo, non se lle quixo transmitir aos veciños. Nós prometemos no seu día que iamos estudar o asunto e dar a cara explicando a situación real e é o que estamos a facer», apuntaba en la tarde de ayer el mandatario, Juan José Blanco Riveiro, al que la publicación del estudio arqueológico llevado a cabo en el lugar ha caído como un jarro de agua fría.

«Tiñamos a esperanza de que coa aprobación do PXOM a situación puidese reconducirse, pero xa nos deixaron claro en Urbanismo que de ningunha maneira», señala el primer edil, quien adelantó su intención de reunirse en breve con los empresarios locales para explicarles los pormenores del asunto.

Plan general

Hasta el momento, la legalización del área industrial de Val -situada al pie de la carretera provincial Outes-Dumbría, entre las localidades de Pino de Val y A Picota- se supeditaba a la aprobación del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) si bien, a día de hoy, ni siquiera la aceptación de la normativa urbanística por parte de la Xunta es una garantía para el funcionamiento futuro del polígono. Principalmente debido a que cualquier actividad industrial que se pretenda acometer en el lugar tendrá que ir acompañada del preceptivo informe arqueológico debido al área de protección que se extiende en el entorno de los túmulos funerarios.

«Aínda que se aprobe o PXOM e se legalice unha parte pequena, ¿quen vai querer comprar alí unha parcela?», se pregunta el alcalde. Riveiro, añade: «¿O promotor terá que pagar entre sete e dez mil euros por un estudo arqueolóxico que, de encontrar algo, lle impedirá edificar, perdendo o investimento».

En la actualidad en el lugar hay dos naves, un taller de reparación de vehículos y el almacén de una empresa dedicada al mantenimiento de parques eólicos. Ambas han sido registradas y poseen la documentación en regla. También hay una veintena de parcelas delimitadas únicamente sobre plano que ni siquiera disponen de los servicios básicos para su urbanización. Incluso las instalaciones de la depuradora construida en unos terrenos anexos han quedado inservibles tanto por su falta de uso como por los hurtos que ha sufrido.