Además de quebraderos de cabeza a los afectados, el temor a recibir una notificación de la supertasa láctea -27,8 céntimos de multa por cada litro que se exceda de la cuota asignada- también ha tenido una importante repercusión económica sobre las granjas gallegas.
La mayoría de las explotaciones gallegas han optado por cambiar sus sistemas de manejo con el fin de reducir su producción de leche, se han visto obligados a desprenderse de animales a través de su venta y se han lanzado de forma desesperada a alquilar cuota a ganaderos que no la necesitaban. Arrendamientos que han registrado precios de hasta ocho céntimos y que han provocado que las explotaciones se hayan tenido que endeudar todavía más.
«Seguen xogando con nós»
Uno de los afectados denuncia que la amenaza de multas lo obligó a tomar medidas como adquirir litros a profesionales que no los necesitaban, lo que le obligó a aumentar aún más la carga financiera que pesa sobre su granja. «Gastamos máis de 50.000 euros en alquilar cota porque non facían máis que poñernos medo co da multa. Agora cambian o discurso e din que é probable que non a haxa. Quen nos compensa agora polo que gastamos sen ter que facelo. Seguen xogando con nós como fixeron sempre», se lamenta un ganadero de Mazaricos que incluso se desplazó, por consejo de su empresa láctea, hasta Extremadura para alquilar una cuota a profesionales de aquella comunidad.