La marcha que deja huérfana la comisión de fiestas de San Roquiño

LOUSAME

MARCOS CREO

José Manuel Abeijón, el lousamiano que falleció mientras entrenaba a sus perros, llevaba desde chaval implicado en la organización de las celebraciones

02 nov 2021 . Actualizado a las 09:52 h.

La comisión de fiestas de San Roquiño quedó huérfana la tarde del lunes con el fallecimiento de José Manuel Abeijón Pereira a los 66 años. Este vecino del lugar de Carantoña llevaba desde que era un chaval colaborando en la organización de los singulares festejos de la parroquia lousamiana de Tállara y desde hace más de dos décadas lideraba el grupo encargado de diseñar el programa de actividades del lunes. Pese a que sufría del corazón desde hacía algún tiempo, no había perdido las fuerzas ni la ilusión; de hecho, no hace mucho mostró su deseo de que en el 2022 pudieran al fin retomarse las verbenas en honor del San Roquiño, después de dos años en blanco debido a la pandemia.

Su marcha deja un vacío importante en una comisión que ya perdió este año otros dos pilares, precisamente, los más estrechos colaboradores de José Manuel Abeijón en la organización de las actividades del lunes. El pasado mes de junio fallecía, debido al covid, Francisco Romero Martínez, cuatro meses después de que el coronavirus se llevara a su hermano Manolo. Los tres trabajaban, codo con codo, para, llegado septiembre, situar sobre el escenario de Tállara a Los Satélites y Los Españoles, orquestas en las que llevaban varios años depositando su confianza para tratar de imponerse en la gran batalla festiva que es el San Roquiño.

José Manuel Abeijón, como tantos otros chiquillos de la parroquia, empezó con 14 o 15 años a pedir por las puertas para sufragar las celebraciones y desde entonces permaneció ligado a la comisión. También desde niño se aficionó al ámbito de la caza, una pasión que heredó de su padre. En este mundo, como en el de las fiestas, muchos echarán de menos su compañía, la de una persona alegre y tranquila.