Una familia de Lousame afectada por la borrasca Lola: «Sentimos como unha tromba de auga e barro entraba pola casa»

LOUSAME

CARMELA QUEIJEIRO

Bombonas de butano y cubos acabaron flotando y los inquilinos, con ayuda de vecinos y el GES de Noia estuvieron limpiando hasta la madrugada

25 abr 2021 . Actualizado a las 17:05 h.

Las fuertes precipitaciones que la borrasca Lola dejó la noche del sábado a su paso por la comarca de Barbanza no tuvieron especiales consecuencias, salvo para una familia del núcleo de Vilacoba, en Lousame, que sufrió de lleno el azote de lo destructiva que puede llegar a ser una tormenta embravecida. El caos comenzó a las nueve de la noche y la dueña de la casa, María del Carmen Sampaio, afirma que todo sucedió muy rápido, con ella y su hijo Martín López, de 10 años, impotentes para contener el torrente que invadía su vivienda.

Aún con la angustia de una noche en vela, la mujer habla sobre lo ocurrido: «A auga entrou pola parte de atrás da casa e houbo que abrir a porta principal para que baixase pola estrada».

CARMELA QUEIJEIRO

En alguno de los galpones de la parte posterior del inmueble alcanzó el medio metro, amenazando con llegar al motor de un coche, y en la casa no se libraron ni el cuarto de baño ni el salón. La borrasca Lola pasó como un torbellino, pero sus efectos mantuvieron en vilo a la familia, a los vecinos que la ayudaron y al GES de Noia hasta las tres de la madrugada.

Tierra y ramas

Y es que no fue solamente agua lo que se abrió camino desde la ladera del monte próxima a la vivienda. En su endiablado recorrido, el torrente fue arrastrando tierra y ramas, buena parte de las cuales acabaron cubriendo el suelo y las paredes de este hogar de Vilacoba.

María del Carmen Sampaio describe una imagen impactante: «Sentimos como unha tromba de auga e barro entraba pola casa. As portas empezaron a bater e veu tal cantidade que non había forma de parala».

Explica que las bombonas de butano y cubos acabaron flotando y en la mañana de ayer, pese a una noche de trabajo incansable, los efectos eran visibles.

CARMELA QUEIJEIRO

Transcurridas varias horas desde el incidente y aguardando a que el perito del seguro valore los daños, a María del Carmen Sampaio le embarga la emoción al hablar de la actitud valiente de su hijo. Ella está de baja por un problema en una pierna, por lo que su hijo no dudó en ponerse manos a la obra para sacar paladas de tierra y, después ayudar al GES de Noia y a los vecinos en la limpieza de la carretera.

Todo parece indicar que un gran incendio ocurrido el pasado verano en el monte de Vilacoba próximo a la vivienda fue la causa del arrastre de tierra y vegetación. Las otras casas del lugar están un poco más alejadas y el barro solo llegó a los portales.

Personal de mantenimiento de carreteras de la Xunta y una patrulla de la Guardia Civil también acudieron al lugar.