San Roque se quedó a resguardo, pero la fiesta no paró

Francisco Brea
f. brea RIBEIRA / LA VOZ

LOUSAME

CARMELA QUEIJEIRO

La carpa instalada en Tállara permitió que los vecinos disfrutaran de la sesión vermú

30 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

San Roque no quiso mojarse y decidió quedarse en la iglesia en la primera jornada de las fiestas de San Roquiño, en Tállara. Aún así, la misa de las 13.00 horas contó con una buena afluencia de público que no se quiso perder el inicio de unos festejos muy conocidos en la comarca.

Antonio Castro, encargado de organizar el primer día festivo tuvo que ver con resignación como sus opciones de hacerse con el triunfo en la batalla verbenera se reducían por culpa de la lluvia. Aún así, se mostró satisfecho: «Con este día, non contaba que houbera tanta xente». Pero en Tállara hay ganas de fiesta y por eso están bien preparados. La sesión vermú se pudo llevar a cabo gracias a la carpa que está instalada, que asegura que la música sonorá a pesar de las inclemencias del tiempo.

Al cierre de esta edición, estaba previsto que comenzase la verbena. Antonio Castro indicaba que «iremos uns cuantos, iso seguro. Igual é unha verbena familiar, pero iso non vai impedir que pasemos unha boa noite». Los vecinos de Tállara miran al cielo, con esperanza de que el agua les dé una tregua y las imágenes puedan salir en procesión.