El director xeral de Minas tendrá que comparecer por un presunto delito de prevaricación ambiental relacionado con San Finx

A. Parada RIBEIRA / LA VOZ

LOUSAME

José Manuel Casal

La Fiscalía ha impulsado el procedimiento en el juzgado de Noia, donde Ángel Bernardo Tahoces declarará el 2 de mayo

18 abr 2019 . Actualizado a las 14:25 h.

Hacía más de un año que la mina lousamiana de San Finx no saltaba a los titulares, concretamente desde noviembre de 2017, cuando la empresa concesionaria -Tungsten San Finx, una filial de Sacyr- anunció la suspensión temporal de la actividad en este yacimiento de wolframio y estaño por carecer de autorización de la Xunta para extraer el agua que inunda varias galerías. Lo cierto es que actualmente, Augas de Galicia continúa sin pronunciarse a este respecto, pero la Justicia acaba de ligar el nombre de San Finx al del director xeral de Minas, Ángel Bernardo Tahoces, quien ha sido citado para comparecer como investigado por un presunto delito de prevaricación ambiental.

Respectamos o traballo da Xustiza, ademais de prestarnos a axudar e colaborar»

Al parecer, el supuesto delito estaría relacionado con la reapertura en el pasado de la explotación minera de Lousame y la comparecencia de Tahoces en sede judicial, fijada para el 2 de mayo, habría sido impulsada desde la Fiscalía. Además, la asociación ecologista Verdegaia está personada en una acusación anterior de esta. Fuentes de la Consellería de Economía confirmaron a este medio que tienen constancia de dicha notificación judicial para su posterior declaración, así como que «respectamos o traballo da Xustiza, ademais de prestarnos a axudar e colaborar con ela en todo o que e requira». No obstante, desde este organismo dependiente de la Xunta indicaron que no tienen constancia de si Tahoces se pronunciará en las próximas horas o días al respecto de esta noticia.

Los posibles motivos

De momento, se desconocen las causas exactas que han propiciado esta decisión de la Fiscalía, aunque algunos medios apuntan a que estaría vinculado a la reapertura de la mina de San Finx sin contar con un nuevo estudio de impacto ambiental, ya que el yacimiento ha estado activo en distintas épocas. 

Precisamente, fuentes cercanas a colectivos naturalistas, que llevan tiempo alertando del peligro de rotura de balsas en San Finx, apuntaron a que uno de los detonantes sería la afirmación del propio Tahoces de que una presa por la que se le preguntó, en materia de seguridad, pertenecería a una central hidroeléctrica inexistente en la localidad lousamiana. Otro de los detonantes podría hallarse en el recientemente estrenado documental San Finx 1960, un trabajo de Irene Pin en el que se narra el desastre por el que una presa de decantación cedió, arrastrando lodos y áridos en el río. 

Otro de los factores que se tornan fundamentales se encuentra en la Organización de Naciones Unidas (ONU), que el año pasado admitió un recurso a trámite sobre la serie de denuncias de distintas asociaciones, colectivos y partidos políticos sobre una supuesta obstaculización de la Xunta a las peticiones de información, una documentación que es pública y de libre acceso.

Primeras reacciones 

Las reacciones no se han hecho de esperar y la primera ha sido la de la Plataforma Vecinal Mina Touro-O Pino Non que ha exigido la dimisión de Ángel Bernardo Tahoces, en un comunicado en el que recuerdan que el actual director xeral de Minas estuvo «relacionado con irregularidades y arbitrariedades en la tramitación de la mina de oro de Corcoesto».

El PSOE, a través de su portavoz de Medio Ambiente, Patricia Vilán, ha pedido a la Xunta «las máximas garantías medioambientais» y señaló que, a principios 2017, ya habían alertado de un vertido en el río San Finx.