Inevitablemente se produce un desajuste que obliga a realizar modificaciones de crédito para, por ejemplo, actualizar las nóminas o aquellos contratos que incluyan en sus cláusulas una revisión de precios.
La técnica apunta que existe una parte positiva porque, si se opera adecuadamente, lo lógico es contener el gasto cuando no se tienen presupuestos actualizados. Es decir, que se generan ahorros que se incorporan al remanente de tesorería. Pese a este apunte, la interventora sentencia: «No es bueno tener unos presupuestos prorrogados».
Sálvora
Claridad
Ahora que se aproximan unas nuevas elecciones locales, lo mejor es que las cuentas estén claras a la hora de realizar el traspaso de poderes. Cabe señalar que en buena parte de los concellos no existe mayoría absoluta y eso dificulta la aprobación de las cuentas. Sin embargo, ni siquiera en aquellos ayuntamientos que la tienen o que cuentan con acuerdos de gobierno estables se cumple con la directriz de sacarlas adelante antes del inicio del nuevo ejercicio.