Carnota, ¡no pasarán!

CARNOTA

El canal de Baldaio, comenzando a desaguar tras las obras
El canal de Baldaio, comenzando a desaguar tras las obras BASILIO BELLO

20 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde hace algunos meses, aprovechando el terror del covid-19, todo tipo de organizaciones tratan de amedrentar a la población con predicciones catastróficas.

Climate Central, una ONG estadounidense para el cambio climático formada por científicos y periodistas llamados independientes, aprovecha una ingeniosa aplicación informática desarrollada primero para Estados Unidos y luego para el resto del mundo, para realizar un pronóstico ad hoc de la evolución de la costa en los próximos años. La aplicación permite ver a cualquiera, y a la escala gráfica que prefiera, la situación de cualquier punto del litoral del mundo que elija. Y si usted se siente generoso y paga, puede pasar como colaborador de la investigación.

Pero los datos presentados por Climate Central son ya conocidos por cualquier geólogo que estudie las líneas de costa en el mundo, con una ventaja: el geólogo puede deducir cuál fue la línea de costa desde el anterior máximo interglacial, hace 350.000 años, hasta la actualidad y aun mas allá, pues puede realizar predicciones para los próximos miles de años. La investigación del geólogo especialista no es una caja negra, como la de C.C., sino que demuestra, con datos reales, (depósitos sedimentarios, formas del terreno, yacimientos fósiles de plantas, animales o de microorganismos), como ha obtenido sus resultados.

Desde hace muchos años sabemos que todos los arenales costeros del litoral gallego están en regresión con un único resultado final: el retroceso de la costa, que será mas apreciable en algunos puntos (Razo-Baldaio), más que en otros, como la playa de Carnota, ambos situados en Costa da Morte y no en Barbanza. Carnota, la más larga de las playas gallegas, no sufrirá ese retroceso pronosticado por C.C., para 2050, pues es uno de los escasos municipios gallegos que no ha hipotecado su litoral. El amplio hinterland, de unos 3 km de ancho, libre de construcciones, permitirá frenar al imparable ascenso del nivel del mar con la reconstrucción, de aquí al 2050, de una nueva playa evitando transformarse en algo similar a lo existente en otros puntos de Galicia, como Sanxenxo.