La falta de mayorías claras complica las fórmulas para alcanzar acuerdos estables
28 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Los resultados de las elecciones del domingo han dejado una resaca electoral que a algunos ayer todavía les costaba despejar. Sin tiempo apenas para digerir el dictamen de las urnas, la falta de mayorías absolutas en casi todos los concellos plantea una pregunta común: ¿y ahora qué? De momento, muy pocas certezas y varios concellos en los que se abren distintos escenarios, pero en los que la alternativa de gobiernos minoritarios va ganado enteros ante las dificultades para alcanzar pactos estables.
Dejando a un lado las tres mayorías absolutas -Porto do Son, Lousame y Mazaricos-, hay un par de ayuntamientos más en los que parecen poco previsibles las sorpresas y gobernará la lista más votada. Es el caso de Rianxo y Carnota. En este último, el ganador de los comicios, el socialista Juan Saborido, ya tiene claro que no habrá pacto: «Non temos maioría absoluta, pero si suficiente para gobernar, e ese é o único escenario que contemplamos. Logo buscaremos o diálogo e acordos puntuais para sacar Carnota adiante, que é o que nos importa a todos nós». Por su parte, el BNG de Emilio Louro asumió públicamente la derrota y su paso a la oposición.
Tampoco parece probable que el PP noiés vaya a ver amenazadas sus opciones de gobernar toda vez que le basta con el apoyo del NOIA, sus actuales socios en el ejecutivo local, para mantener el bastón de mando con mayoría absoluta. No sería la primera vez que los independientes dan su respaldo al PSOE, al que le salen las cuentas si suma a todos los demás grupos, pero en esta ocasión el entendimiento con los de Marisol Villar parece imposible tras la moción de censura del 2016. Santiago Freire lo sabe y, aunque buscará pactar, tampoco cierra la puerta a un gobierno en minoría: «A primeira reunión será co NOIA, para saber cales son as súas pretensión, e a partir de aí analizaremos as posibilidades que hai».
Por la estabilidad
Otro alcalde en funciones que está claro que tendrá que buscar apoyos para la investidura es el ribeirense Manuel Ruiz, que en los próximos días se reunirá con todos los grupos que han alcanzado representación. Asume que la opción más probable es la de otros cuatro años de mandato en minoría: «Tengo que buscar el apoyo necesario para la estabilidad y la gobernabilidad del ayuntamiento y necesito saber qué disponibilidad tienen los demás grupos para alcanzar acuerdos».
Al diálogo también está abierto el boirense Juan José Dieste, pero no a pactar. De hecho, conservar la alcaldía no depende de él, y el PSOE está dispuesto a impulsar un cambio, aunque para ello necesita el respaldo de las demás fuerzas progresistas. Su líder, José Ramón Romero, se da un plazo de reflexión antes de ponerse a la tarea de buscar el apoyo necesario para apear el PP del gobierno: «Falaremos con todos, pero temos aínda tres semanas por diante, que non nos coma a ansiedade». No cierra las puertas a ninguna posibilidad, pero es consciente de que con cinco ediles va a necesitar encajar muchas piezas para asir el bastón de mando, y es posible que no lo logre: «É preciso un cambio, pero non a calquera prezo. Temos que buscar puntos en común polo ben dos veciños e non cometer os erros do pasado».
Por su parte, Manuel González será el encargado de gestionar un escenario inédito en Outes. Compromiso apeó al PP como fuerza más votada y asume que le tocará gobernar, pero aún no sabe cómo. El pacto con el BNG, que le daría la mayoría, está en el aire. Mientras, la popular Beatriz Molinos asume que no encontrará el respaldo de los demás grupos y su lugar será la oposición.