Carnota custodia todavía la estación meteorológica que llegó hace un lustro desde Florida

María Xosé Blanco Giráldez
M. X. Blanco RIBEIRA

CARNOTA

cedida

El Concello lleva desembolsado unos 3.000 euros en la vigilancia y cuidado de la plataforma, y está a la espera de subastarla

12 mar 2019 . Actualizado a las 09:43 h.

El mar, ese gigante azul que baña las costas de Barbanza, es en ocasiones escenario de singulares hallazgos. Uno que generó gran expectación cuando ocurrió fue el de una estación meteorológica que arribó hace un lustro a las costas de Carnota. Había cruzado el Atlántico, procedente de Florida, donde se utilizaba para medir la temperatura y la humedad, al tiempo que recogía otros datos atmosféricos con el fin de conocer y prever las condiciones del mar. Pese a la valía de la estructura, cinco años después continúa en territorio carnotano y su fin, si nada cambia, será la transformación en chatarra.

Aunque fue encontrada en febrero del 2014, el expediente de hallazgo no se cerró hasta hace unos seis meses. Fue entonces cuando la estación meteorológico pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Carnota. A lo largo de estos cinco años se fueron encajando las piezas de un complicado puzle burocrático que, por lo menos de momento, ha derivado en importantes pérdidas económicas para el Concello. Y es que las arcas municipales llevan desembolsado en este tiempo unos 3.000 euros, primero para el traslado de la estructura y después para retirarle determinadas piezas.

El Concello de Carnota se vio envuelto en esta maraña el 15 de febrero del 2014. Un temporal azotó la comarca y dejó encallada en unas piedras de la punta de Os Remedios, en Lira, la dichosa estación. En cuestión de horas trascendió que la plataforma de hierro, de unos 30 metros cuadrados y seis toneladas de peso, procedía de las costas de Florida, por lo que había recorrido casi siete mil kilómetros de distancia. Fue necesario utilizar una grúa de grandes dimensiones para sacar la estructura de la zona rocosa, con el fin de trasladarla después a una finca municipal de Lamas de Castelo, donde permanece desde entonces.

Información sensible

Aunque en Carnota pensaban que tenían en su poder una simple estación meteorológica, se equivocaban: «Viñeron buzos da Mariña de Ferrol para extraerlle os sistemas informáticos, xa que os americanos dixeron que tiña información sensible que non podía chegar a mans de países como Cuba ou Arabia Saudí», explicó el jefe de la Policía Local, Jesús López, que se encargó de la tramitación del expediente.

Y dada la importancia que al parecer tenía el cacharro, fue custodiado por agentes en los primeros días, para estar después bajo vigilancia mediante la instalación de una cámara. Pero, tras la paulatina retirada de las piezas de valor, como las baterías y los plomos, acabó literalmente abandonado. Tras descartar el interés por parte de la empresa americana propietaria de la estación en recuperar la plataforma y con el fin de recuperar por lo menos una parte del dinero gastado, el Concello empezó a hacer gestiones con el fin de vender la reliquia. Llegó a tener un comprador, una empresa de Cataluña dedicada a la fabricación de boyas, pero acabó descartando la posibilidad por lo caro que suponía el traslado del gigante de hierro.

También se acabó desechando otra opción que se barajó, consistente en tratar de colocarle la estructura a alguna firma relacionada con los sectores naval o náutico, pues por su flotabilidad podría emplearse como auxiliar para tareas como el pintado de embarcaciones en el mar.

A día de hoy, la única salida que se ve viable pasa por el desguace de la estación en el lugar en el que se encuentra, para su posterior traslado en piezas. «Na súa gran parte, está feita por unha variante de aluminio que parece ser que ten un valor importante», comentó el policía. Con el fin de obtener la mayor suma posible, la intención del ejecutivo es organizar una subasta. Será el fin de una travesía que comenzó al otro lado del Atlántico.