Desde hace más de tres lustros, Hanno Gallinger, afincado en Carnota, se dedica al sector inmobiliario. En la actualidad, señala, busca clientes para quienes tienen inmuebles de uso turístico y explica que cuando se creó el registro «animé a muchos propietarios a darse de alta». Comenta que ahora los trámites se han simplificado mucho «incluso en el Ayuntamiento ayudan a la gente, facilitándoles el proceso».
Sobre el movimiento económico que genera la actividad en la zona, Gallinger explica que «es muy estacional. La temporada es corta y los precios que se piden son bajos».
Comenta que el precio medio, para una vivienda en Carnota con capacidad para cuatro personas, situada a unos 500 metros de la playa, es de 60 euros por noche: «Es un negocio que vale para quien tiene una casa vacía, no como inversión». Hanno Gallinger explica que «no se ingresa lo suficiente como para comprar una casa y pretender amortizarla con eso».