En el 2005, las llamas asolaron este entorno natural
24 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Agosto ha sido, en los últimos años, el mes más negro para los incendios forestales en Barbanza. Uno de los montes más damnificados fue el de O Pindo, que en el 2005 perdió cerca de mil hectáreas de vegetación a causa del fuego. Tal día como hoy, hace 15 años, La Voz de Barbanza relataba los resultados de ese desastre, después de tres días de lucha contra las llamas en el macizo carnotano (hubo que invertir otros dos para extinguirlo del todo). Incluso fue necesario el desalojo de los inquilinos de la aldea turística de San Cibrán, amenazados por el frente.
Sin embargo, este no sería el peor capítulo que sufrió el llamado Olimpo Celta. Ocho años más tarde, más de 2.000 hectáreas fueron pasto de las llamas en septiembre del 2013 y desbordaron todos los medios disponibles en plena ola incendiaria en septiembre. El propio titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, se desplazó de incógnito hasta la zona e instó a la urgente reforestación. Dos años después volvía a crecer allí la vegetación.