Nueve kilómetros para disfrutar de una experiencia inolvidable

J. SANDE CARNOTA / LA VOZ

CARNOTA

La parte central, denominada Boca do Río, es la que atrae a mayor número de bañistas y la que tiene más prestaciones

27 jul 2016 . Actualizado a las 10:15 h.

La playa de Carnota, con sus nueve kilómetros, es un enclave único. Sus condiciones naturales ofertan gran variedad de opciones para el disfrute del ocio. El arenal dispone de diversos servicios públicos que facilitan la estancia. Especial cuidado debe tenerse con la zona central, conocida como Boca do Río, que es peligrosa y ha dado más de un susto a los veraneantes. Los socorristas se mantienen siempre pendientes y orientan a los bañistas, pero es necesario extremar las precauciones.

Precisamente, Boca do Río es el lugar que reúne al mayor número de usuarios por su especial belleza. Por ese motivo es donde se encuentran la mayoría de las prestaciones. Dado que en este lugar eran frecuentes las sustracciones en vehículos, el Concello ha establecido un servicio de aparcamiento y control de los coches. Si en la playa hay cuatro socorristas contratados, el número de personas empleadas en el estacionamiento asciende a cinco.

El arenal dispone de contenedores y papeleras, aunque los usuarios señalaban ayer que son insuficientes. También hay duchas y un baño público, pero también se consideran escasos. El conjunto de la zona de baño presenta un aspecto cuidado y limpio.

El lugar reúne las condiciones adecuadas no solo para darse un chapuzón, sino que cuenta con un área equipada con mobiliario urbano y amplias zonas de sombra en las que los amantes de la lectura o quienes deseen descansar pueden disfrutar de momentos agradables.

Otra de las alternativas es la posibilidad de recorrer todo el arenal, desde Mar de Lira a Caldebarcos. Quienes no deseen efectuar todo el trayecto de una sola vez pueden partir desde el centro hacia uno de los extremos, dejando para otra ocasión el resto del recorrido. En cualquier caso, y atendiendo a los gustos más diversos, el arenal carnotano no deja a nadie indiferente, y para la gran mayoría resulta una experiencia inolvidable.

«Es como una película»

El francés David Cédric llegó a Carnota, con su mujer y sus dos hijos, por casualidad. Recorriendo Galicia se detuvieron en el municipio y su playa les sorprendió. Tal fue su impresión que la familia al unísono decía: «Esta playa es como una película». Después de pasar el día jugando en la arena, subiendo las dunas, bañándose en la desembocadura del río Valdebois o dándose chapuzones en el arenal que da a mar abierto, los jóvenes franceses disfrutaron en familia de un día de ensueño. «No es fácil encontrar un lugar como este, donde la naturaleza es virgen, sin polución ni masificaciones, permite disfrutar de una jornada placentera. Volveremos seguro, A Boca do Río nos impresionó», decían entre francés y castellano.

Cédric y su familia descubrieron el arenal carnotano por casualidad