La joya arquitectónica de Boiro se abre al público para mostrar sus encantos

Adriana quesada / F. B. RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

Las visitas reúnen a vecinos de Boiro, pero también a personas de toda España.
Las visitas reúnen a vecinos de Boiro, pero también a personas de toda España. MARCOS CREO

El Ayuntamiento promueve desde este mes la realización visitas al interior de este bien de interés cultural que ha sido objeto de una minuciosa restauración

23 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El Ayuntamiento de Boiro promueve una serie de visitas guiadas al pazo de Goiáns, un lugar de acceso público desde hace muy poco. Estos recorridos, de 45 minutos, se realizan toda la semana, a excepción de los lunes, jornada en la que el inmueble permanece cerrado. Las reservas pueden efectuarse en la oficina de turismo de Boiro o llamando a la misma.

El pazo de Goiáns es una estructura barroca que sorprende debido a la ausencia de decoración en el exterior, tan característica de este estilo arquitectónico, teniendo únicamente diversos escudos colocados en la fachada. La primera vez que se cita la casa de Goiáns en algún registro es en el siglo XIV, pero no es hasta el XVI cuando se consolida como símbolo del señorío de la comarca del Barbanza.

Una de las curiosidades del pazo es la capilla del siglo XIX que hay en el exterior, ahora ya casi completamente derruida. Esta fue realizada en honor de San Jorge debido a que, quien mandó construirla, tenía este nombre. Sin embargo, con el cambio de propietarios fue variando el santo al que estaba dedicada, dependiendo de las preferencias de cada familia.

Por otro lado, también destacan los inmensos jardines que rodean al emblemático edificio donde, debido a los largos períodos de abandono del inmueble, se conserva una muestra de monte gallego totalmente autóctono. Tan solo hay tres especies foráneas que fueron plantadas en el lugar para mostrar la categoría de los moradores, que son una palmera, un árbol de aguacates y un naranjo americano.

La familia Mariño

El pazo fue hogar de distintas familias acaudaladas, destacando la Mariño debido a su vínculo con la leyenda de la sirena de Sálvora. Esta historia relata como un guerrero que se encontraba en la isla encontró a una sirena de la que se enamoró, pero cuando le preguntó su nombre esta no pudo responderle debido a que era muda, por lo que decidió bautizarla como Mariña.

Tuvieron varios hijos, pero un día el guerrero se vio obligado a marcharse a una batalla, de la que no volvió. Mariña regresó al mar haciendo prometer que su descendencia tendría que entregar a las aguas a alguno de sus hijos, pero que este debía tener los ojos azules. De esta forma, la leyenda explica el origen del linaje de los Mariño.

Proyectos de futuro

Una de las cosas en las que insiste la técnica de turismo durante el recorrido por el pazo es en el interés que suscitan las visitas entre los vecinos de Boiro: «Este sitio es un icono, un lugar que fue privado hasta hace poco y que ahora la gente quiere que perdure y se use». Por ese motivo, recalca que la pretensión del Ayuntamiento es convertir el edificio en una sala de exposiciones.

Además, destaca el interés que suscita el poder subir a la torre que, durante tantos años, los boirenses han observado desde lejos sin tener la posibilidad de acceder a ella. «De hecho, como el mástil de la bandera que tenemos estaba caído, se han creado leyendas acerca de que aquí arriba había un cañón», asegura.

Sin embargo, también señala la intención de incorporar este edificio en un paseo desde el núcleo de Boiro de forma que su acceso sea más sencillo. Además, está la pretensión de hacer que los jardines de Goiáns puedan ser disfrutados de forma cotidiana por los vecinos que han estado observándolos durante tantos años sin poder acceder a ellos.