Las diferencias entre la plantilla y la directiva tampoco ayudaron a la estabilidad, y todo combinado trajo como resultado este triste desenlace para una afición totalmente desencantada. Eso sí, el público local siempre arrimó el hombro, no solo acudiendo al municipal de O Saviñao cada domingo, sino también contribuyendo con su aportación como socios.
Ahora toca concluir la campaña lo más dignamente posible y pensar en la próxima campaña. Habrá que ver si continúa esta junta directiva o aparecen nuevos rectores, que podrían ser algunos que ya estuvieron en otras etapas, para relanzar de nuevo al Atlético Escairón.