Empate de consolación en A Alta entre Puebla y Boiro (2-2)

Esta no será la temporada que los aficionados del Boiro y del Puebla recordarán durante años. Y siguiendo esa tónica, el derbi de ayer en A Alta fue uno más. Dominó el Puebla en el primer tiempo y pudo sentenciar a los de Barraña, que se revolvieron en el segundo tiempo para que Felipe, con una volea que fue lo más reseñable de la tarde, pusiera el 2-2 definitivo en el tiempo de descuento. Reparto de puntos y de sinsabores. A ambos equipos no les queda otra que bajar al barro y disputar la fase de descenso.

Con solo el orgullo en juego, el derbi arrancó con poca gente en las gradas de A Alta, despoblada de aficionados como pocas veces en un choque entre dos enemigos íntimos. Sin aliento desde el respetable, comenzaron golpeando los blanquiazules, que sorprendieron a un Boiro timorato en el arranque del duelo.

Sin la posesión del balón, el conjunto de Luis Carro quedó a merced de los volantes locales, que encontraron su patio de recreo por el carril del 10. De ahí partió el 1-0, tras un pase de Juan García a Viturro. El de Palmeira puso el cuero atrás y, tras un error de la zaga, Raúl envió el cuero a la red sin oposición. Con el Boiro incapaz de hacer pie en el partido, Falcón apuntilló a los visitantes con otro balón filtrado desde la medular que se topó con un Viturro que esta vez envió el cuero a la red desde el área chica.

Anestesiado

Que el Boiro no estaba en su mejor momento quedó claro cuando tuvo que ser Saviola, en una jugada embarullada en el minuto 35, el que probase fortuna ante la meta rival por primera vez.

Tras el paso por vestuarios, los de Barraña dieron un paso al frente. Los cambios surtieron efecto y el cuero comenzó a fluir, aunque el 2-1, que puso pimienta en el marcador, llegó con polémica. Felipe fue al suelo en el área y el árbitro no dudó. Penalti, que Diego envió a la red.

A partir de ahí comenzó un asedio que el Puebla, que trató de hacer bueno un contragolpe para rematar el choque, no pudo contener. Faltaba el gol de la tarde. Centro lateral de Juanma, que Felipe, de media chilena, envió a la red.

Era el epílogo que necesitaba un partido en el que ambos equipos dejaron sentenciado una temporada en la que les tocará pelear por una permanencia que no está, ni mucho lejos, cerrada.

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