Después del paso por vestuarios, el Boiro se lanzó arriba. No quedaba otra. Y la valentía mereció la pena. Pereira, tras un centro lateral, firmó el definitivo 2-2 con un cabezazo inapelable.
Enloqueció la grada y el duelo, en el que el Fisterra pudo incluso sumar los tres puntos. Juan, un gigante bajo palos, lo evitó. Tablas, reparto de puntos y ahora, a cruzar los dedos. Al Boiro solo le queda esperar y rezar.