El Erpol ratificó los daños causados por los furtivos de la operación Estrada

Álvaro Sevilla Gómez
Á. Sevilla RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

SIMÓN BALVÍS

El responsable del operativo declaró que se cogió en repetidas ocasiones a las mismas personas

20 ene 2022 . Actualizado a las 07:54 h.

El Juzgado de lo Penal Número 1 de Santiago de Compostela acogió este miércoles la segunda sesión del juicio por la operación Estrada, realizada en el 2017 por el Equipo de Respuesta Policial (Erpol) de la Policía Autonómica con el fin de frenar el furtivismo en la concesiones de la cofradía de Cabo de Cruz. Su responsable, Fernando Molina, fue uno de los llamados a declarar delante del titular de la sala, ante el que incidió en la relevancia del trabajo realizado durante más de medio año que evidencia el daño económico causado al pósito.

El agente destacó que los operativos, que incluyeron guardias de hasta 24 horas, permitieron demostrar que los furtivos estaban presuntamente organizados para esquilmar almeja en las playas de la cofradía y colocarla en el mercado legal. Afirmó que no fueron aprehensiones aleatorias, sino que se cogió en repetidas ocasiones a la misma gente, lo que le da una mayor relevancia. Consideró además que no se podía resolver con multas administrativas, ya que se trataba de una supuesta actividad de furtivismo sostenida en el tiempo.

Más comparecientes

En la sala santiaguesa también estuvieron la antigua patrona mayor, Raquel Souto, así como la bióloga de la cofradía crucense, quienes destacaron que los hechos han causado problemas de índole socioeconómico, no solo a sus mariscadores, sino también a otros pósitos de la comarca.

Reconocieron que afortunadamente el problema con el furtivismo se ha reducido gracias a la presión de la Policía Autonómica, Guardia Civil, guardas rurales y de los propios mariscadores.

El juicio continuará hoy, con la presencia de los veterinarios y con el resto de agentes de la Erpol. También está prevista la comparecencia de cuatro agentes de la Guardia, entre los que se encuentran los que dieron el alto al taxista de la localidad que también está acusado de ayudar a los furtivos a llevar el bivalvo de los arenales hasta la depuradora que supuestamente compraba el material.

Desde la defensa de la cofradía destacaron que el juicio sigue su curso dentro de lo previsto. Quisieron agradecer a los agentes de la Policía Autonómica la contundencia y claridad de sus manifestaciones, ya que redundan en su misma idea, que el furtivismo ha golpeado con fuerza a los mariscadores de la cofradía.