El Rotogal logró vencer un set a los canarios, que tuvieron que alcanzar su mejor nivel competitivo para llevarse los tres puntos
18 dic 2021 . Actualizado a las 21:25 h.Poco tiene que ver este Rotogal Boiro con el que arrancó la Superliga en octubre. En el primer encuentro de la segunda vuelta, el conjunto de Marcelo Benavídez demostró ante el Guaguas que es un bloque más sólido, más determinante y capaz de exigir a cualquier rival. Lo comprobaron los canarios, que vieron como los locales se llevaban el primer set y les obligan a remontar para cerrar el encuentro por 1-3 (25-17, 15-25, 23-25, 21-25).
Que al Guaguas le costó aclimatarse al calor de A Cachada quedó claro con el arranque del duelo, en el que varias buenas acciones de Benavídez, Levandoski y Del Carmen permitió al Rotogal colocar el 7-2 en el electrónico. Ni el tiempo muerto del técnico visitante logró contener la herida y varios errores de Escobar y Knigge le dieron el primer punto a los barbanzanos.
Con la lección aprendida, sabedores de que no iba a ser el mismo enfrentamiento que el disputado hace dos meses, los canarios dieron un paso al frente para ir a por la victoria. El segundo set solo tuvo acento isleño, con Hage, Escobar y Knigge demostrando por qué el Guaguas es el vigente campeón de la máxima división nacional.
Al límite
Más difícil lo tuvieron los visitantes en la tercera y la cuarta manga. El Guaguas bajó un pistón y el Rotogal se metió en el resquicio que le dejó el rival. No fue suficiente para el conjunto de Marcelo Benavídez, que vio como las dos mangas se iban para el conjunto visitante por 23-25 y 21-25.
A pesar de la derrota, el Rotogal cierra el duelo contra uno de los favoritos hacia el título sabedor de que el equipo funciona y mejora partido a partido. Esa es la lección a sacar, y que además puede ser determinante de cara a la ansiada Copa del Rey.