El Boiro tropezó en la jaula que le preparó el O Pino y se aleja de la lucha por el liderato de la tabla

Francisco Brea
F. Brea RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

TANIA MARTÍNEZ

Ambos conjuntos se volverán a ver las caras el jueves en Barraña para jugar el encuentro aplazado por los positivos de covid que afectaron a los barbanzanos

09 may 2021 . Actualizado a las 22:35 h.

El técnico del Boiro, Cristian Pérez, ya avisaba antes del encuentro que las reducidas dimensiones del campo de O Reboredo podrían dificultar una rápida circulación del balón y encontrar huecos en la ordenada defensa del O Pino para llegar a la portería rival. No falló el entrenador en su pronóstico y los boirenses no estuvieron cómodos sobre el terreno de juego.

Los futbolistas del conjunto barbanzano se vieron atrapados en una jaula de la que no conseguían escapar. En esa situación el plan de los locales iba sobre ruedas, esperando su momento para hacer daño en ataque. Lo encontraron poco antes de llegar a la media hora de encuentro. Pérez sabía que el peligro de su rival estaba en las jugadas a balón parada y en los contraataques, y el O Pino abrió el marcador usando la primera de las armas.

Un saque de banda con un rechace de por medio acabó con el balón besando la red. Más efectividad imposible para los locales. Una llegada y un tanto, no hacía falta más. Sin mucha más historia se llegó al tiempo de descanso. Los boirenses enfilaron la caseta contrariados y esperando que el paso por los vestuarios reactivara al equipo y aclarase las ideas que habían faltado en los primeros 45 minutos.

Pequeña reacción

Por un momento pareció que la buscada reacción iba a llegar. Cristian Pérez hizo un cambio táctico y dio consignas a sus futbolistas para darle la vuelta al partido y el Boiro mejoró. Consiguió empatar Paco desde los 11 metros cuando todavía quedaban muchos minutos por disputarse, por lo que no estaba lejos el objetivo de encadenar la cuarta victoria consecutiva.

Lo cierto es que los de Barraña tuvieron tres o cuatro ocasiones para consumar la remontada y volver a casa con tres puntos necesarios para no perder comba del liderato. Pero la realidad fue bien distinta. El O Pino no cambió el guion que había escrito para el duelo. Siguió serio atrás, muy ordenado y siendo paciente para buscar su oportunidad.

Cuando ya podía parecer que el marcador no se movería y que ambos conjuntos se iban a repartir los puntos, los locales aprovecharon su otra arma: el contraataque. A falta de un minuto para que se cumpliera el tiempo reglamentario pusieron la puntilla y el Boiro sufrió un mazazo del que ya no supo recuperarse en lo poco que quedaba.

Al finalizar el encuentro, Cristian Pérez hacía autocrítica: «La culpa es mía, porque no supe conectar a nivel psicológico con el equipo para este encuentro y las premisas que di durante el mismo para cambiar la dinámica no fueron acertadas».

Pero tampoco hay mucho tiempo para lamentarse porque el jueves vuelve la acción en Barraña. Los protagonistas serán los mismos, ya que toca recuperar el partido que fue aplazado por los positivos de covid que se registraron en la plantilla boirense. Seguro que en Boiro el partido será muy diferente.